Condenan a prisión a dos periodistas birmanos por cubrir las protestas
EFE
Un tribunal de Birmania ha condenado a dos periodistas a sendas penas de dos años de prisión por su trabajo cubriendo para medios locales las protestas que han sido reprimidas por los militares que tomaron el poder el pasado 1 de febrero.
El portal de Democratic Voice of Burma (DVB) informó de que uno de sus periodistas, Aung Kyaw, fue sentenciado el miércoles por vulnerar el artículo 505a, que castiga la diseminación de desinformación que cause alarma o busque la desobediencia de funcionarios del Estado.
Aung Kyaw, detenido el pasado 1 de marzo, afirmó que no apelará la sentencia, ya que no confía en la independencia del tribunal.
El reportero Ko Zaw Zaw del medio Mizzima, detenido hace dos meses, también fue condenado a dos años de cárcel por el mismo artículo 505a, que está siendo usado por la junta militar contra periodistas, activistas y miembros del movimiento de desobediencia civil.
DVB y Mizzima ganaron notoriedad informando sobre Birmania de manera clandestina y desde el exilio bajo la anterior junta militar (1988-2011) y ambos volvieron al país tras el inicio de la transición democrática en 2011.
Sin embargo, la junta militar, que ha causado cientos de muertos en la represión de las protestas y del movimiento de desobediencia civil, les retiró la licencia el pasado marzo, lo que les obligó a volver a la clandestinidad.
Más de 80 periodistas han sido detenidos desde el golpe militar que acabó con el Gobierno democrático, liderado por la líder depuesta Aung San Suu Kyi, de los cuales unos 45 permanecen en prisión, según datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Birmania (AAPP).
Además, una veintena de reporteros afronta ordenes de arresto.
Entre ello se encuentra el colaborador de Efe Mratt Kyaw Thu, que ha huido a España.
El Ejército birmano justifica el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de la líder depuesta Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que fueron considerados legítimos por los observadores internacionales.