Condenan a 30 años de prisión a profesor de natación por presunto abuso sexual - 800Noticias
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A 30 años de prisión fue sentenciado el profesor de natación del colegio Emil Friedman de Caracas, Richard Marín, por el juez Jimmy Carpio, del tribunal 26 del circuito judicial penal de Caracas.

Sus abogados denunciaron que la sentencia ocurrió de manera sorpresiva este miércoles 16 de enero, cuando estaba pautada la continuación del debate oral y privado.

Informaron que el juez prescindió de las declaraciones de los testigos que estaban pautados, por estar fuera de Venezuela. La defensa argumentó que aún faltaban las declaraciones de tres funcionarios, sin embargo la parte acusadora argumentó que no tenía nada pendiente.

El juez procedió a leer los documentales faltantes y la defensa se opuso porque algunas declaraciones no podían leerse, por expresa prohibición de la ley. El juez procedió a leerlas, y al finalizar la recepción de pruebas convocó a concluir. La defensa solicitó tiempo para prepararse, e incluso diferir para el día siguiente.

Agregan sus abogados que el juez dijo que concluiría este miércoles y “nadie sabía que eso iba a ocurrir, lo cual contrasta con la presencia de las sedicentes víctimas que casualmente ese día estaban todas presentes en la sala, aunque nunca asistían a las audiencias, lo cual indica que estaban informadas de que se dictaría la sentencia”.

El juez dictó sentencia de 30 años a Richard Marín Torres, por la comisión de los delitos de abuso sexual a niño con penetración, agravado y continuado en perjuicio de un niño; abuso sexual a niño sin penetración agravado y continuado en perjuicio de dos niños.

La defensa argumenta que el juez tergiversó todas las pruebas, siendo de todas ellas la más sólida la de ADN encontrado en la prenda de un niño, y que no coincide con la de Richard Marín.

El sentenciado expresó que se sentía bien mental y espiritualmente, con plena confianza en Dios, pero no físicamente. Mientras se lo llevaban, entonó el Gloria al Bravo Pueblo.

Richard Marín tiene 50 años, es casado, padre de dos niñas y siempre apreciado por sus allegados y las comunidades en las que han hecho vida.

“Todas las pruebas que comprueban plenamente su inocencia, fueron obviadas y su sentencia, fruto de un juicio viciado desde sus inicios, es inédita en un proceso que desde sus inicios tenía un destino escrito”, lamentaron sus abogados.

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