Condenan a 10 años a pediatra argentino por distribuir pornografía infantil
EFE
La Justicia argentina condenó este miércoles en Buenos Aires al pediatra argentino Ricardo Russo a 10 años de cárcel y su inhabilitación perpetua para ejercer la medicina por la tenencia, distribución y producción de pornografía infantil.
El condenado, exjefe de inmunología y reumatología del prestigioso hospital Garrahan de Buenos Aires, tenía en su poder un total de 999 archivos de pornografía infantil -algunos de los cuales almacenaba en el propio centro-, además de cuatro archivos de producción propia que contienen «representaciones de las partes genitales de menores de 13 años con fines predominantemente sexuales».
Pese a que la sentencia no es firme, el juez Gonzalo Rúa del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 6 de la Ciudad de Buenos Aires, estableció el traslado de Russo a prisión al considerar que existe riesgo de fuga.
La condena se fijó en 10 años de cárcel, lo cual coincide con el pedido de la Fiscalía, y recogió varios agravantes de la pena, entre ellos el hecho de que quienes aparecen en las imágenes y vídeos tenían menos de 13 años, el almacenamiento de documentos en un hospital público, su condición de médico y que ofreciese este material a personas indeterminadas de manera «indiscriminada».
El caso se originó a raíz de la operación denominada «Luz de Infancia III», llevada a cabo por el FBI de los Estados Unidos y del Ministerio Público de la Acusación de Brasil.
Estos organismos informaron a la Fiscalía de Buenos Aires de la distribución, por medio de usuarios radicados en Argentina, de contenido pornográfico infantil a través de la plataforma digital «E-mule».
El médico, de 55 años, fue detenido el pasado 29 de mayo mientras se encontraba trabajando en el hospital pediátrico del barrio porteño de Parque Patricios.
El propio hospital Garrahan en el que trabajaba se presentó como querellante en el caso, y la sentencia dejó claro que Russo no podrá volver a ejercer la Medicina.
El juez de la causa calificó las imágenes que tuvo que analizar de «grotescas» y «aberrantes» por su alto contenido de abuso sexual infantil y por contener víctimas «mucho menores de 13 años».
En cuanto a la producción de pornografía infantil, la defensa esgrimió que los archivos encontrados tenían finalidad médica y científica, pero el juez Rúa lo desechó este argumento.
Tras conocer la sentencia, Russo se mostró «sorprendido» por las conclusiones a las que llegó el magistrado.