Condenado en EEUU exgerente de PDVSA por corrupción
Con información de El Pitazo
A 70 meses de prisión —que deberán ser servidos consecutivamente— fue condenado este miércoles, Alfonzo Eliézer Gravina Muñoz, un exgerente de PDVSA Servicios en Houston, que fue procesado criminalmente por haber recibido millonarios sobornos de contratistas corruptos para lograr contratos con la petrolera venezolana de manera fraudulenta, violando la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero.
Gravina Muñoz también fue sentenciado por haber obstruido la justicia, durante el tiempo en que colaboraba con los fiscales en una investigación que involucra al contratista venezolano-americano, José Manuel González Testino, quien está siendo procesado por delitos de corrupción y lavado de dinero con contratos de PDVSA y CITGO.
Gravina Muñoz llegó a la sala de audiencias de la Corte del Distrito Sur de Texas, vestido con una chaqueta y pantalón azul, sin corbata, con unos zapatos casuales de suela blanca. El hombre lucía cansado, agobiado, con los párpados cansados. Durante la audiencia de sentencia, se mantuvo sereno aunque su semblante cambió cuando el magistrado leyó su condena.
El juez Gray H. Miller, luego de la evaluación de las pautas de sentencia, decidió condenar a Gravina Muñoz a 60 meses de cárcel por el primer cargo, más 10 meses por el segundo delito que suman un total 70 meses que deberán ser servidos consecutivamente en una cárcel federal del estado. Adicionalmente, el magistrado ordenó que el ex funcionario de PDVSA debe hacer una restitución de $214,000 al Servicio de Rentas Internas de los Estados Unidos (IRS).
Además, la condena de Gravina Muñoz incluye un régimen de libertad condicional por 3 años, una vez concluyan los 6 años de prisión obligatoria que se iniciarán en una fecha que se dará a conocer en los próximos días.
Durante la audiencia, el juez hizo referencia a los delitos cometidos por los conspiradores del caso de Roberto Rincón y Abraham Shiera, que protagonizaron un enorme esquema de corrupción que incluyó el pago de más de mil millones de dólares en sobornos a empleados de Petróleos de Venezuela para beneficiarse de contratos de manera fraudulenta.
Igualmente se hizo mención al caso que involucra al contratista José Manuel González Testino, quien está acusado de corrupción, lavado de dinero, obstrucción a la justicia y de haber violado la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero. El sentenciado, Gravina Muñoz trabajó con González Testino y mientras colaboraba con los fiscales federales de Houston, informó al contratista que era objeto de una investigación por parte de las autoridades de los Estados Unidos. Una vez que González Testino supo que lo estaban investigando por sus operaciones fraudulentas en contratos con PDVSA y CITGO, intentó huir a Venezuela, y fue arrestado por las autoridades en el aeropuerto de Miami.
Fue entonces cuando Gravina Muñoz fue acusado de delitos de obstrucción a la justicia.
Los fiscales presentes en la audiencia de Gravina Muñoz hablaron sobre las recomendaciones de sentencia para los contratistas corruptos que están involucrados en este caso. Señalaron que en el caso de Roberto Rincón esperan que sea condenado a 13 años de prisión máximo y en el caso de José Manuel González Testino por 15 años de prisión, todo esto basado en la Guía de Pautas de Sentencia de los Estados Unidos.
El Juez Miller dijo —en relación a las recomendaciones de los fiscales— que la guía de sentencias es un referentes y que para tomar su decisión se consideran otros factores.
El sentenciado pidió perdón
Antes de escuchar la sentencia, Alfonzo Eliézer Gravina Muñoz pidió perdón a los ciudadanos venezolanos y americanos y a su familia por sus faltas y su conducta.
Entre otros aspectos, se refirió a las consecuencias negativas que trajo su proceder para sus hijos, quienes han sufrido de abusos en las escuelas. Asimismo, comentó que su hija perdió su trabajo como consecuencia de su actuación delictiva y su padre fue amenazado en Venezuela.
La defensa explicó que «gracias a la colaboración ofrecida a las autoridades por su cliente, Alfonzo Eliézer Gravina Muñoz ha sido posible que otros casos criminales relacionados con los esquemas de corrupción y lavado de dinero en Venezuela avancen».
Desmienten a la defensa
La defensa sostuvo que el gobierno estadounidense permitió que Gravina Muñoz fuera a Venezuela, donde realizó una serie de grabaciones para aportar pruebas sobre los delitos. Ante esa afirmación, el fiscal aseguró que no era verdad lo del viaje de cooperación y que Gravina Muñoz había hecho mucho daño ayudando a su socio, José Manuel González Testino al violar su acuerdo de cooperación con las autoridades y ofrecerle detalles de una investigación federal con la que él estaba comprometido para que el otro conspirador [González Testino] evadiera la justicia.
Alfonzo Eliézer Gravina Muñoz estaba trabajando para José Manuel González Testino cuando estaba cooperando con el gobierno de los Estados Unidos, y no reveló esa información a los fiscales, sino que por el contrario negó que sostenía una relación con González.
El fiscal sostuvo además que Gravina Muñoz sólo restituyó el soborno que recibió de Roberto Rincón y Abraham Shiera pero no entregó ni un sólo centavo de las coimas que le pagó por sus operaciones fraudulentas José Manuel González Testino y otros contratistas corruptos.
A petición de la Fiscalía del Distrito Sur de Texas, el juez aprobó la apertura de información de los casos de Alfonzo Gravina que estaban cerrados. En ese sentido, se informó que se suministran detalles en un corto tiempo.
El caso
Alfonzo Eliézer Gravina Muñoz, residente de Fort Bend County,, en Texas, es un ciudadano venezolano —nacionalizado estadounidense— que trabajó en PDVSA desde 1998 hasta marzo de 2014 aproximadamente. Durante ese tiempo, Gravina Muñoz ocupó varios cargos en la petrolera, incluyendo la gerencia de compras de equipos y servicios.
En los documentos federales dice que su trabajo de alta gerencia, Gravina Muñoz era responsable de manejar las subastas de contratos para los proveedores de servicios al entonces gigante petrolera venezolano.
Fue acusado de conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el extranjero, en operaciones que se realizaron desde el inicio de 2007 hasta al menos 2014, y que facilitaron a los contratistas que participaron en el megafraude, cometer ofensas contra los Estados Unidos, amparando actividades y operaciones ilegales que afectaron el comercio internacional.
Los contratistas (Roberto Rincón, Abraham Shiera, José Manuel González Testino, entre otros) pagaron a Gravina Muñoz sobornos para lo lograr la asignación de contratos de la PDVSA, violando las prácticas y normas de la empresa.
El 12 de abril de 2010, uno de los contratistas transfirió a la cuenta de banco de otro de los contratistas, USD 164,570,63 para pagar el remanente de la hipoteca de la residencia de Gravina Muñoz en Texas, a cambio que este le otorgara a los conspiradores jugosos contratos.
El 7 de mayo de 2010,se transfirió a favor de Gravina Muñoz USD 135,429 como parte de los sobornos.
El 28 de enero de 2011, uno de los empresarios transfirió a una cuenta en Panamá de uno de los contratistas USD 15,000. como parte de los sobornos. Otros USD 15,000 fueron transferidos a su favor el 6 de junio de 2011 para que siguiera haciendo las operaciones fraudulentas a favor de las empresas de los contratistas. Asimismo, se le pagó el 29 de enero de 2012 USD 6.688.22 para el pago de servicios contables de una casa a nombre de Gravina Muñoz.
Entre muchas otras transacciones, aparecen unas operaciones hechas el 3 de enero de 2014 por USD 15.000,00 desde una cuenta en Panamá propiedad de un contratista a la de Gravina en Texas.
En la acusación federal se señala que un contratista (1) dueño de varias empresas proveedoras de equipos y servicios de PDVSA. Otra el 20 de marzo de 2014, donde Gravina Muñoz sacó de una cuenta conjunta USD 93,267.87 para pagarlo a uno de sus familiares.
Gravina Muñoz también fue acusado de Fraude y falsa declaración en sus impuestos del año fiscal 2010.