Cómo usar un protector térmico para el cabello
Redacción 800 Noticias
En la época de verano sobran los paseos a la playa, la piscina o las excursiones. El calor que recibe tu pelo es bastante. Además, para las rutinas de belleza cada vez son más los equipos que utilizan altas temperaturas. Por esto, el protector térmico para el cabello juega un papel clave.
Se trata de un producto creado para evitar el deterioro por exceso de calor. Los beneficios de usarlo podrían ser muy valiosos, ya que brinda protección y resistencia. ¿Te gustaría aprender más sobre su eficacia? Continúa leyendo este artículo.
¿Qué es un protector térmico para el cabello?
Como su nombre lo aclara, dicho producto protege del calor. Su función es parecida a la de los protectores solares, que sirven como una barrera de defensa. Al aplicarlo, se convierte en un escudo que recubre la cutícula, es decir, la superficie del pelo.
En este sentido, hace más lenta la conducción de calor y lo reparte de modo uniforme. En otras palabras, la melena no se calentará rápido, sino poco a poco. Al disminuir el impacto térmico, las secuelas serán menores.
Según la marca que elijas, el protector térmico puede estar fabricado a base de silicona, polímeros o proteína de trigo hidrolizada. Conoce un poco más la variedad:
Aerosol: es el indicado si acostumbras a lavar tu pelo con frecuencia.
Crema o loción: ideal para dar un toque de brillo y es muy fácil de aplicar.
Aceite: creado a partir de aceites naturales que proveen hidratación.
Silicona: esta clase fue creada en los años 1970. Lo cierto es que la sustancia no tiene color ni olor y su apariencia es aceitosa.
¿Cuándo se recomienda usarlo?
Los estilistas profesionales aconsejan usar el protector térmico con el cabello limpio. Luego, te peinas suavemente con un peine de dientes anchos (olvida los de metal), a fin de terminar de distribuir el producto. El momento correcto es cuando el cabello esté un poco húmedo.
Ahora bien, si lo prefieres en aerosol, rocíalo con generosidad, a unos 20 o 30 centímetros de distancia de la cabellera. Frente a las lociones o cremas, lo más adecuado es untar un poco en la mano para esparcir. Es indispensable que sigas las instrucciones de uso al pie de la letra.
Conviene usarlo solo cuando habrá una exposición al sol o al calor. Quiere decir que no tiene sentido llevarlo para otros fines. Recuerda que no es una crema para peinar.
La luz solar y el calor estropean el cabello. Por eso es importante cuidarlo de la radiación UV.
Efectos y beneficios del protector térmico para el cabello
El protector térmico suele ser muy efectivo. Sin embargo, es importante que verifiques el nivel máximo de temperatura que es capaz de combatir. Para esto, lee la etiqueta del envase.
Vale la pena aclarar que, si bien es muy bueno, esto no significa que sea mágico. Imagina que te aplicas protector solar y te expones al sol prolongadamente. Las secuelas serán menores, pero es imposible evitar todos los daños. Lo mismo sucede con el protector capilar.
Los resultados dependerán de la calidad del protector, del modo y frecuencia de uso, así como del nivel de calor al que te sometas en tu vida cotidiana. Una vez dicho esto, echa un vistazo a las ventajas de este producto:
Ayuda a reparar los daños previos y devuelve la elasticidad.
Previene la resequedad y la aspereza, ya que impide la pérdida de queratina.
Mantiene la humedad natural presente en la corteza interna de cada hebra.
Conserva el cabello fuerte, evitando que se rompa o que las puntas se abran.
Facilita el alisado y bloquea el frizz, gracias al propilenglicol y el pantenol.
Pese a que está diseñado para cualquier persona, resulta mucho más provechoso para aquellas que han utilizado químicos, como los tintes, las decoloraciones o los desrizz.
Consejos generales para cuidar el cabello ante las altas temperaturas
No basta solo con aplicarte el mejor protector térmico y cumplir con sus instrucciones de uso. Es necesario que sigas otros consejos para preservar tu pelo del calor:
En primer lugar, asegúrate de la temperatura de tus implementos de belleza. Procura siempre configurar planchas y rizadoras en la más baja.
Espacia las secadas o planchadas. Si lo haces a diario, disminúyelo a dos veces por semana. Principalmente durante el verano, cuando te expones al sol.
Evita planchar el cabello o rizarlo cuando aún esté húmedo. Hazlo siempre seco.
Elige las planchas o tenacillas de cerámica en vez de las de metal. Este material modera y reparte el calor de manera más uniforme.
Opta por los secadores iónicos. Con esta tecnología llevas una buena ventaja.
Los secadores de pelo iónicos tienen otro método para aportar calor, lo que dañaría menos el cabello.
¿Qué hacer frente a un cabello dañado por exceso de calor?
En el mundo de la belleza, siempre hay un remedio para cada mal. Y los pelos castigados no son la excepción. Si el exceso de calor hizo de las suyas, ponle pausa a las herramientas que hemos mencionado. Por otra parte, compra un champú y una crema acondicionadora libre de sulfatos.
Otra vía de escape son las mascarillas capilares. En las tiendas de cosméticos hay cientos para escoger. Pero una alternativa muy práctica es crear una casera con los ingredientes a tu alcance. Recurre a la manteca de karité. Mézclala con tu aceite esencial favorito, deja actuar y retira.
Además, son excelentes la sábila, el yogur, el huevo, la leche de coco y el aguacate. La nutrición y fortalecimiento hablarán por sí solos.
Otro secreto es cortar las puntas maltratadas. Esto hará que crezcan fuertes y saludables. Una vez revitalizado el cabello, estarás lista para seguir con tus quehaceres de belleza.
Con información de Mejor con Salud
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