«Como un toque de queda»: Tensa calma en Caracas tras protestas postelectoral - 800Noticias
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Redacción 800 Noticias

La capital venezolana ha vuelto a sumirse en el miedo y la incertidumbre tras las controvertidas elecciones y la posterior represión a las manifestaciones. Las protestas y la posición gubernamental han generado una profunda división en la sociedad venezolana. Mientras algunos sectores celebran los resultados electorales, otros viven atemorizados y bajo un tácito toque de queda.

Efectivamente, en algunas zonas populares la desolación de las calles es extrema. Parece haber un toque de queda de facto del que nadie habla pero que todo el mundo sabe que está allí.

“En La Piedrita (un sector del 23 de Enero) se rumoreaba que los colectivos iban a imponer un toque de queda, pero no hizo falta que lo hicieran oficial. Todo el mundo lo acata”, añade Andrea.

Los colectivos son organizaciones creadas por Hugo Chávez y leales al chavismo que muchos describen como paramilitares.

“Tras la elección mucha gente se unió a los cacerolazos de protesta en el 23 de Enero, que siempre ha sido muy chavista. Pero los colectivos amenazaron a la gente diciéndoles que les iban a tocar las puertas si caceroleaban y así calmaron la protesta en esa zona”.

Otro evento que refuerza la sensación de “toque de queda” es el amplio patrullaje policial que se ve en algunos barrios populares. Incluso se ven convoyes militares paseándose por Caracas a altas horas de la noche.

Carlos*, un joven del barrio El Calvario en el Hatillo (sureste de Caracas), fue testigo de un evento que ha traumatizado a su comunidad después de que muchos de sus habitantes salieran a protestar en contra de lo que consideran un fraude electoral.

La misma noche del domingo 28 de julio, después de que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) dio a conocer un controvertido resultado que daba como ganador de las presidenciales a Nicolás Maduro con el con el 51% de los votos, estallaron una serie de protestas a lo largo de Venezuela.

A diferencia del CNE, la oposición, liderada por el candidato Edmundo González y por María Corina Machado, mostró un 80% de las actas que revelan el triunfo de González.

Las protestas se intensificaron al día siguiente y algunas terminaron en enfrentamientos con las autoridades que dejaron al menos 11 muertos y más de 1.000 personas detenidas, según el Foro Penal, una ONG venezolana defensora de los Derechos Humanos.

Una “neutralización” de los sectores populares

El abogado activista de derechos humanos Gonzalo Himiob, vicepresidente del Foro Penal, afirma que la represión ha sido indiscriminada, a nivel nacional y se ha focalizado en los barrios populares.

“El grueso de los detenidos son personas muy humildes. Los detienen manifestando, cuando regresan de sus casas tras una manifestación e incluso han detenido a gente que ni siquiera estaba manifestando”, le dice a BBC Mundo.

Himiob explica que en los barrios de Venezuela existen organismos que el gobierno llama “mecanismos de inteligencia ciudadana” que delatan a vecinos opositores, a quienes buscan en sus casas y los arrestan.

“No se les puede llamar allanamientos, porque el allanamiento implica cierta legalidad. Ingresan arbitrariamente en las casas y se llevan a gente detenida. Recibimos un caso reciente en el que se llevaron a la mamá, a un joven de 15 años y a un niño de 5 años. Soltaron a la mamá y al bebé, y dejaron preso al adolescente”.

A casi todos los detenidos les están imputando casos de terrorismo e instigación al odio.

El abogado defensor de los derechos humanos denuncia que se trata de una situación crítica que califica como una “política de Estado dirigida a la neutralización de los sectores populares” que se identifican con el movimiento político opositor.

El gobierno asegura que la oposición está alentando un «golpe de Estado».

«El que no trabaja no come»

A las 7 de la noche de este martes llegué al 23 de Enero, una zona conocida por su festividad y su agitada vida callejera. Me encuentro, sin embargo, con calles desoladas y unos pocos negocios abiertos.

“En Caracas la gente abre sus negocios porque en la Venezuela de hoy el que no trabaja no come, pero se vende mucho menos que antes y hay muchos negocios que simplemente no están abriendo, sobre todo en el centro de la ciudad”, me cuenta un vecino que tiene un abasto.

“Pero en zonas como el 23 de Enero o Catia (barrio popular en el oeste de Caracas), donde mandan los colectivos y cobran vacunas (impuesto extorsivo), muchos se ven obligados a abrir”, añade.

“Venezuela actualmente está siendo gobernada mediante el miedo”.

A esa hora las pocas motos y personas con las que me topo me miran con la misma desconfianza que me generan ellos.

Ante la poca afluencia de clientes, muchos negocios allí y en el centro de la ciudad ahora deciden cerrar más temprano que de costumbre.

En las zonas de clase media en el este de la ciudad no hay menos miedo.

Valentina*, una ingeniera que vive en Bello Campo, admite que le da pavor salir de su casa desde que asistió a una concentración de protesta el lunes 29 de julio.

“Vivo cerca, así que me acerqué y me quedé un rato. Yo estaba viendo todo en una esquina con mi hermano. De repente empezaron a lanzar bombas lacrimógenas y nosotros tuvimos que refugiarnos en un edificio en el que los vecinos estaban ayudando a la gente que intentaba escapar”, le cuenta a BBC Mundo.

“Vi cómo se llevaban a personas arrastrándolas, sobre todo a chamos en motos. A varios se las robaron”.

Con información de BBC

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