¿Cómo saber si has sido “hackeado”?

Agencias

“¿No te habrán hackeado?” Esta pregunta suele ser frecuente cuando notamos una falla en parte de nuestra rutina digital con los equipos que nos permiten el acceso servicios. Si bien a veces estos problemas surgen por errores nuestros, en algunas ocasiones podemos ser víctimas de un intento de robo mediante recursos digitales: una web, una app, nuestro WiFi y hasta un mensaje de texto. Si sospechas que alguien intenta acceder a tus datos, revisa esta lista:

Ataques visibles. Por lo general, muchos delincuentes que buscan acceder a tus datos hacen evidente el proceso. Si en los últimos días notas que recibes demasiados mensajes de tu banco, correos con accesos y ofertas o, como último recurso, tu antivirus ha reportado varios intentos de ransomware, pues no dudes que están tras de ti.

Herramientas en el navegador. Trata de desarrollar este hábito sano: revisa las extensiones y complementos de tu navegador en la PC. En algunos casos, los delincuentes esconden herramientas keylogger y de capturas de pantalla para monitorear tus credenciales desde el propio software que instalas. Usa solo lo necesario y desinstala lo que te genere dudas. Googlea antes de borrar, eso sí.

Tus contactos reciben notificaciones tuyas. ¿No te ha pasado que recibes mensajes de un contacto demasiado impersonal o sospechosos en WhatsApp o Messenger? Muchas veces, ejecutar un archivo en WhatsApp o instalar una aplicación en el teléfono o PC pueden generar estos mensajes automatizados que son enviados a tus contactos. Si dos personas distintas te lo reportan, preocúpate. Este tipo de mensajes los puede dirigir a sitios en donde los criminales obtienen datos tuyos en base a ingeniería social, o toman tu identidad para pedir dinero.

Cambio de contraseñas. Puede ocurrir que, al ingresar a servicios web, tus credenciales no funcionen. Hace unos meses, no podía entrar a Spotify y tuve que ponerme en contacto con el soporte de la aplicación. Determinaron que una IP rusa había usado mi usuario y contraseña. Tuve que cambiar mis claves a algo más robusto, además de confirmar la activación de dos pasos en los servicios. Con una contraseña, un atacante puede acceder a varios servicios, ya que el 30% de usuarios en Internet usa solo 3 claves para todos sus servicios.

Aplicaciones que no instalaste. En la PC o el teléfono pueden aparecer apps que no tenías antes, y eso puede ser un signo preocupante. Cerciórate de que estos programas tengan relación con algo que instalaste previamente, y usa el navegador para buscar información sobre cada programa. Si en los reportes notas algo raro o negativo, desinstala rápidamente todo.

El antivirus aparece inactivo. El código malicioso más reciente es capaz de desactivar las funciones del antivirus, limitando las funciones de alerta o las de recuperación en caso de daño. Este es un indicador claro de ataque y acceso.

Micro gastos en la cuenta. Siempre es bueno llevar un balance sano de las suscripciones realizadas, y determinar si han variado su valor o mantenido el precio. En algunos casos, hay micro transacciones que los delincuentes realizan para pasar desapercibidos en un control estricto, pero el efecto de este trámite en miles de cuentas les genera un saldo enorme.

¿Qué puedes hacer para evitar ser “hackeado”?

Para mantener una rutina sana de protección, considera estas tareas:

• Actualiza todos los sistemas operativos a la última versión en todos los dispositivos.
• Crea contraseñas robustas con varios caracteres y evita repetirlas en servicios.
• Si hay la posibilidad de usar verificación de dos pasos, hazlo.
• Haz una copia de seguridad periódica de tus datos y establece un recordatorio en tu calendario o reloj.
• Ten a la mano instaladores y claves de activación en tus copias de seguridad, en caso debas restaurar todo inmediatamente.
• Usa un antivirus de pago con herramientas de monitoreo en tiempo real y que desarrolle entornos seguros para entornos bancarios.
• Infórmate sobre temas de seguridad informática y evangeliza a tu entorno sobre los problemas que ocurren si nos descuidamos.