Cómo manejar los conflictos familiares relacionados con las finanzas
Agencias
En las familias es común que haya problemas relacionados al dinero, sea mucho o poco. El ser humano puede ser muy codicioso y no pensar en los demás. Pero también, los conflictos familiares relacionados con las finanzas tienen que ver con la falta de organización o diversos puntos de vista.
Así es, ya que si por ejemplo algunos integrantes son derrochadores y los demás ahorrativos, puede haber problemas y discusiones. A continuación, te contaremos cómo manejar estas situaciones.
Conflictos familiares relacionados con las finanzas: la pareja
Se supone que el matrimonio es una unión donde todo se comparte y eso incluye también el dinero. Aunque en la actualidad muchas parejas optan por ‘pagar lo suyo cada uno’, lo cierto es que en la mayoría de los casos se juntan las ganancias y todo sale del mismo sitio.
En la pareja pueden surgir muchos problemas relacionados al dinero. De hecho, es uno de los principales temas que provocan discusiones y separaciones. Y esto se relaciona mucho a los objetivos y hábitos que tenga cada uno.
Así es, ya que si por ejemplo uno considera ciertos gastos ‘imprescindibles’ y el otro ‘innecesarios’ generaremos un conflicto.
También hay problemas cuando uno gana más que el otro y tiene la actitud de ‘soy quien mando’ debido a que el dinero es símbolo de poder. Esto sin dudas es injusto y erróneo.
Para evitar conflictos de pareja relacionados a las finanzas como primera medida es importante que hablen y lleguen a un acuerdo. Cuánto se dispondrá para los gastos comunes, para los ahorros y para los ‘adicionales’ que cada uno desee gastar.
¿Cuántas familias se han destruido por causa de las herencias o las propiedades? No hace falta ser millonario para que sucedan este tipo de cosas. Podemos recibir un dinero sin esperarlo y que eso se convierta en un conflicto familiar destructivo. Lo mismo si tenemos un piso, un coche, un campo o incluso muebles y otras pertenencias.
Seguramente conoces varios casos de hermanos que se pelean ‘a muerte’ por lo que reciben cuando sus padres mueren o de primos que hacen lo posible para que sus familiares no hereden algo de sus abuelos.
Las finanzas familiares cuando se tienen negocios en conjunto es otro tema muy recurrente. Por ejemplo, si un padre y un hijo abren una tienda (o el primero la funda y el segundo continúa) es probable que los roces no tarden en aparecer.
¿Cómo actuar en estos casos? Es verdad que no se puede saber cómo reaccionará el otro cuando hay dinero de por medio, pero siempre es bueno adelantarse a los hechos.
Cuando todo está ‘en armonía’ es el momento ideal para hablar de ciertos temas complicados o tabú (todas las familias los tienen). Sacarlos a la luz no nos convierte en malas personas, todo lo contrario. Estaremos buscando soluciones y siendo precavidos.
Si no se puede llegar a un acuerdo siempre se puede recurrir a un profesional externo, como ser un abogado, para que delimite las ganancias u organice las propiedades y herencias.
Conflictos familiares relacionados con las finanzas: los créditos
Otro de los motivos que llevan a conflictos familiares son los préstamos de dinero entre padres, hermanos, tíos, sobrinos o el parentesco que se nos ocurra. Aunque todos pertenezcamos a la misma familia no significa que contamos con las mismas habilidades o hábitos.
Incluso entre hermanos que han sido criados de la misma manera, uno puede ser exitoso y otro estar a un paso de la quiebra continuamente. Pero más allá de eso, lo cierto es que cuando alguien decide prestar dinero a un familiar, puede haber conflictos que lleven a las peleas y a las rupturas de relaciones y trato.
Incluso si alguien pide prestada cierta cantidad y es negada (por diversos motivos) eso ya es motivo de problemas. Y si es concedido el préstamo pero no devuelto en tiempo y forma, puede ‘arder Troya’ como se dice popularmente.
En muchas ocasiones, se prefiere solicitar un crédito a un banco que a los propios familiares. Un padre o un abuelo quizás no pide referencias ni cobra intereses (o si), pero el peso que se puede cargar por no pagar como corresponde es mayor que la tasa que puede exigir una entidad financiera.
Una de las mejores maneras de evitar conflictos de este tipo es no hacerlos ‘extensivos’ a los demás miembros de la familia. Sobre todo, no hablarlo delante de los otros en las reuniones familiares, por ejemplo en las Navidades, cumpleaños o bodas.
No estaría mal que el acuerdo quede por escrito. Todos somos muy buenos hasta que hay dinero de por medio. Si le vas a prestar dinero a alguien de tu familia, tienes todo el derecho de que firme un contrato o algún documento válido. Si esta persona se enoja u ofende, quizás no sea buena idea darle lo que solicita.
No es imposible manejar los conflictos familiares relacionados con las finanzas si hablamos correctamente, si nos adelantamos a los hechos y si pedimos ayuda a personas externas al vínculo.