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Las preocupaciones ahora son un lugar común y difícilmente podemos encontrar un momento de pura relajación, debido a problemas de índole diversa, ya sean problemas económicos o dificultades en el trabajo o nervios por el nuevo curso. Todo este conjunto de circunstancias somete a un adulto a un mayor nivel de estrés y muchas veces de ansiedad que afecta directamente a toda la familia y, ciertamente, los más sujetos (aunque sea indirectamente) son los niños. Por ello, queremos ofreceros ahora una serie de pautas, para que sepáis cómo lidiar con el estrés familiar.

Cómo lidiar con el estrés familiar

Durante los días de confinamiento en las casas debido al estado de alarma por el coronavirus hace dos años, aumentaron los casos de estrés y ansiedad en las familias, de modo que parece que desde entonces se ha proliferado por encontrar soluciones y consejos prácticos para poder gestionar el estrés en la familia.

El estrés, el cansancio, la ansiedad e incluso algún que otro momento de ira es algo que pueden estar sufriendo muchas familias y puede que ahora que estamos en vacaciones más se note. Pero no debemos perder la calma, sino aplicar ciertas pautas que nos permitan recuperar el equilibrio dentro del núcleo familiar, y además, practicar varios consejos que nos sirvan para seguir adelante si tenemos niños que son muy pequeños, los cuáles puede que cuando estamos todos juntos se sientan más ansiosos o con más ganas de que toda la familia les haga casao.

Queremos ofreceros algunos consejos importantes para mantener la calma en el caso de que sintáis que tenéis estrés familiar.

Evita que el estrés se convierta en angustia

Cuando sentimos estrés, es fácil que a la larga acabemos por sentir también cierta ansiedad o angustia, pero debemos evitar este tipo de situaciones dado que en casos como los niños pueden ser más peligrosos. Podemos entonces aplicar algunas sencillas pautas que nos ayuden a lidiar con el estrés de la familia. Son cosas sencillas de hacer, incluso en vacaciones, y que verás como marcan la diferencia.

Cantemos juntos:  cantar en voz alta, quizás acompañado de una ducha relajante, es una de esas actividades que baja mucho el nivel de cortisol (la hormona del estrés);

Actividad física : ya sea caminar, correr o andar en bicicleta, no importa. O también podemos optar por  bailar y déjate llevar por la pista de baile. Al hacerlo, liberarás serotonina y dopamina que nos ayudarán a que todos nos sintamos mucho mejor.

Sonríe : concentrarse en las pequeñas cosas cotidianas de la vida que nos hacen sentir bien es una de la grandes claves para lidiar con el estrés, ya sea a nivel personal o familar. Siempre busca ese algo que os haga sonreír. Puede ser tocar un instrumento, bailar, mira una película de comedia, preparar un viaje juntos o quedar con amigos.

Mantengamos el orden: Tener caos a tu alrededor no hará que os sintáis mejor. Mantener vuestro hábitat lo más limpio y ordenado posible os hará sentir más ligero y despreocupado. Ocúpate de las pequeñas cosas sin hacer grandes esfuerzos.

Ten cuidado de no exagerar

Muchas veces cuando pasamos tiempo con la familia o cuando estamos muchas horas juntos, se instale el aburrimiento o la falta de ideas, por lo que es más probable que aumentemos las sensaciones normales e implementemos reacciones desproporcionadas e inapropiadas . La dificultad es descubrir si estamos exagerando. Así que tratemos de preguntarnos qué pensaríamos si ese sentimiento o comportamiento fuera expresado por uno de los miembros de nuestra familia. Por lo general, esta redirección nos coloca en una posición de mayor objetividad y mayor racionalidad. En esta posición, podemos imaginar cuál sería nuestra intervención efectiva para tranquilizar al ser querido. Y esto podría ayudarnos a encontrar una manera de tranquilizarnos y reducir los niveles de ansiedad. Además, si exageramos la situación que vivimos o dramatizamos demasiado, los niños que repiten conductas de quienes le rodean, pueden acabar también teniendo esos mismos sentimientos que llevan a que se genere más estrés.

Encuentra actividades agradables

Ya hemos señalado algunas para que el estrés no vaya a más y se convierta en ansiedad. Las actividades tanto fuera de casa, estando de vacaciones, o cuando ya estemos de vuelta pueden distraernos, hacer que unamos vínculos familiares y evitemos sentirnos estresados.

A todo lo antes señalado, podemos añadir otras cosas para una vez volváis de las vacaciones, podáis redescubrir el placer del ambiente familiar, restablecer la rutina diaria en ritmos más lentos y agradables, compartir actividades, repasar los juegos de cuando éramos más pobres en tecnología. Un alféizar de la ventana también puede ser suficiente para relajarse cultivando plantas aromáticas para usar en la cocina. Tener mascotas a las que dedicarle el tiempo en familia también puede ayudar. Y continuar realizando actividad física en el hogar también es importante para mantener la salud, tanto física como mental.

Mantén un estilo de vida saludable

Es importante que toda la familia trate de mantener una dieta correcta, cuidar el sueño, hacer ejercicio y mantener contactos sociales con nuestros seres queridos y amigos. Es aconsejable no fumar, no beber alcohol o, lo que es peor, no usar drogas para lidiar con las emociones.

Tómate un «descanso» de las redes sociales y las noticias

Ver, leer, escuchar noticias a través de las redes sociales, la televisión o la radio es correcto, pero debe tomarse un descanso. Seguir continuamente todo lo que pasa en el mundo, por redes o por noticias, puede ser desalentador teniendo en cuenta todo lo que nos ha pasado desde la pandemia.

Es necesario tratar de limitar la preocupación y la agitación reduciendo el tiempo que pasamos mirando o escuchando los medios percibidos como molestos . Debemos recordar, a este respecto, cómo se han enfrentado las adversidades de la vida en el pasado para manejar las emociones durante este período difícil. Además, teniendo niños pequeños en casa, es importante que no vean o escuchen según qué noticias para no provocar en ellos un sentimiento de miedo o ansiedad.

Consejos para padres y madres con niños pequeños

En el caso de aquellas familias que tienen niños pequeños en casa, es posible que el estrés familiar se deba precisamente al cuidado de estos. Imagina que tienes un bebé o más de un hijo menor de 5 años. Vives en tensión constante por su alimentación, evitar que tengan accidentes domésticos o porque duerman y no se despierten en mitad de la noche.

Por ello, puede ser buena idea implantar algunas costumbres o soluciones para reducir todo ese estrés que además, podemos «contagiar» a nuestros hijos:

Tumbate con el bebé boca abajo y escucha música hermosa y relajante, y mientras acariciáis a vuestro bebé tratad de respirar lentamente: veréis como lográis relajaros.

Tomemos cinco minutos, cerremos los ojos y tomemos unas vacaciones mentales donde queramos ir;

Si es posible, pasamos un tiempo al aire libre con el niño;

Prolonguemos el momento del cambio de pañales con un agradable masaje para nuestro bebé;

No tengamos miedo de no encontrar actividades estimulantes para nuestros hijos: la relación con nosotros es lo que más los satisface;

Tratemos de hacer cosas para nosotros cuando el bebé duerme: leamos un buen libro, tratemos de dormir o sencillamente, descansar;

Escuchemos buena música;

Bailemos con nuestro bebé en nuestros brazos;

Tratemos de seguir una dieta correcta, con alimentos naturales y frescos;

No descuidamos nuestras necesidades: nuestro hijo es importante, pero nosotros estamos allí primero. Si no estamos bien, el pequeño podría sufrir y nos sentiremos peor;

Utilicemos grabaciones con los sonidos de la naturaleza, para escuchar mientras hacemos que el niño se duerma;

No nos sintamos culpables de los sentimientos de insuficiencia que podamos sentir, los pensamientos negativos pueden cambiar y no nos impedirán ser una buena madre o un buen padre;

Dejemos a nuestra pareja momentos exclusivos con el niño;

Si tenemos inquietudes, tratamos de limitarlas a un momento del día: quince minutos cuando el bebé duerme. Puede ayudar tomar nota de ello por escrito;

Recordemos siempre que esta situación de emergencia es temporal;

Mantenemos un pensamiento basado en la realidad;

Y aquí hay algunas sugerencias para madres y padres para gestionar el estrés en familia con un niño de 1-3 años :

Tratamos de dar una estructura regular al día;

Si el niño ya gatea o ha comenzado a caminar, será bueno motivarlo a que siga haciéndolo.

Si es posible, pasemos tiempo juntos al aire libre;

Alternemos actividades animadas (como pelea de almohadas, o bailar) con actividades más relajantes (un dibujo, construcciones, lectura de cuentos de hadas), o  momentos en los que no ofrezcamos ningún estímulo sino que fomentemos su autonomía;

Hagamos galletas y pasteles juntos o hagamos alguna manualidad.

Observemos a nuestro pequeño, tratando de entender qué actividad prefiere;

Hablemos mucho con el niño o niña, enseñándole nuevas palabras;

Hagamos llamadas y videollamadas con familiares y amigos.

 

Por OkDiario

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