¿Cómo afecta el hipotiroidismo a los gatos?
Redacción 800 Noticias
El hipotiroidismo también puede afectar a los gatos, de hecho, más de lo que pensamos. Un reciente estudio indicó que un 10% de los gatos españoles sufre de este problema, que afecta su metabolismo.
Los gatos con hipotiroidismo sufren una disfunción de la tiroides, glándula endocrina situada en el cuello, adyacente a la laringe que consta de dos partes, la tiroxina y la triyodotironina.
Estas sustancias controlan el metabolismo corporal, fundamental para regular el crecimiento, temperatura, frecuencia cardíaca y nivel de energía.
La glándula tiroides de los felinos con esta alteración secreta de manera autónoma y descontrolada grandes cantidades de T4 y T3. En el 99% de los casos, esto se debe a una hiperplasia o a un adenoma tiroideo, que son crecimientos benignos de la tiroides. Solo el 1% tiene su origen en un tumor maligno: el carcinoma tiroideo.
Síntomas del hipotiroidismo felino
Los síntomas del hipertiroidismo felino son suaves al principio, y se vuelven más severos a medida que progresa la enfermedad. Los principales signos que pueden indicar que tu gato sufre este problema endocrino son:
Pérdida de peso.
Aumento del apetito (polifagia).
Síndrome de polidipsia-poliuria (aumento de la sed y de la producción de orina).
Cambios de comportamiento: hiperactividad, irritabilidad y ansiedad o estrés.
Pelo descuidado.
Intolerancia al calor; el animal busca sitios más frescos y a veces jadea.
Taquicardia: aumento de la frecuencia de los latidos cardiacos.
Diarrea o vómitos, debidos al aumento de la motilidad intestinal.
Debilidad muscular, cuello agachado y signos neurológicos por falta de potasio.
En casos muy avanzados, especialmente si concurren otras enfermedades, los síntomas son los contrarios: inapetencia, letargia y anorexia.
Cómo afecta el hipotiroidismo
Las hormonas tiroideas son fundamentales para el buen funcionamiento de muchos órganos, de forma que el exceso de T4 y T3 puede afectar al animal negativamente y causarle:
Problemas cardiacos: el incremento de la frecuencia y la fuerza de los latidos conduce a la hipertrofia del músculo cardiaco, que a la larga desencadena fallo cardiaco.
Hipertensión arterial: el aumento de la presión arterial puede dañar órganos vitales como el cerebro, los ojos, los riñones o el corazón.
Enfermedad renal crónica (ERC): se debe al aumento del catabolismo de proteínas, a hipertensión, a fallo cardiaco, o a ERC preexistente, algo frecuente en gatos mayores. Inicialmente, el hipertiroidismo aumenta el flujo sanguíneo renal, mejorando su función, por lo que podría enmascarar los síntomas de ERC.
Con información de: Webconsultas