Comienza el recuento de unas elecciones bajo sospecha en Camboya
EFE
El cierre de los colegios en Camboya dio inició al recuento de votos de unas elecciones en las que se espera una fácil victoria del partido gobernante pero cuya legitimidad ha sido cuestionada tras la ilegalización de la oposición.
Más de 8,3 millones de personas estaban llamadas a votar en estos comicios en los que se espera que el Partido del Pueblo de Camboya (PPC) del primer ministro, Hun Sen, se lleve la mayoría de los 125 escaños de la Asamblea Nacional en juego.
Otras 19 candidaturas se presentaron a la votación pero entre ellas no estaba el Partido para el Rescate Nacional de Camboya, que hace cinco años logró casi la mitad de los votos pero que fue ilegalizado en noviembre por el Tribunal Supremo.
Durante la campaña, la formación opositora llamó a sus seguidores a boicotear las elecciones, a lo que el Gobierno respondió declarando ilegal la obstrucción de la votación y con amenazas a los abstencionistas.
La comisión electoral, que prevé anunciar los resultados preliminares tres horas después del cierre de las urnas, situó la participación a mediodía en el 50 %.
En varios colegios de Phnom Penh, el flujo de votantes fue constante durante las primeras horas de la votación pero a media mañana muchos de ellos mostraban un aspecto poco concurrido, al igual que las principales calles de la ciudad.
El jefe de la Policía, Neth Savoeun, indicó que a tres horas del cierre de las urnas la votación había transcurrido sin incidentes destacables, según el portal progubernamental Freshnews.
La ofensiva contra la oposición, que se extendió a la sociedad civil y prensa independiente, ha multiplicado las voces que cuestionan la legitimidad de las elecciones, incluidas las de Estados Unidos y la Unión Europea.
El Gobierno camboyano defendió el carácter democrático de los comicios señalando la pluralidad de candidaturas y la presencia de más de 80.000 observadores.
Unas 23 organizaciones nacionales e internacionales de control electoral criticaron la presencia de estos observadores a los que acusaron de «parcialidad», vínculos con el PPC y falta de preparación.
Las elecciones son las sextas desde que la ONU organizó la primera votación democrática en 1993, dos años después de los acuerdos de paz que pusieron fin a más de dos décadas de guerra civil entre varias facciones, entre ellas el Jemer Rojo.