COMEDIA NEGRA | Aerolínea paquistaní dejó en Nueva York los cadáveres de dos pasajeros
Agencia Efe
Después de incidentes con heroína, pilotos dormilones y pasajeros viajando de pie, el infortunio de Pakistan International Airlines (PIA) fue un paso más allá cuando la aerolínea estatal dejó olvidados en tierra dos cadáveres en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
El último vuelo de PIA desde la Gran Manzana a Lahore, en el este de Pakistán -la ruta fue cancelada por circunstancias no relacionadas con el despiste-, no se libró de la racha de incidentes de la compañía y terminó obligando a la intervención del cargo más alto de la aerolínea y a un entierro imprevisto en Estados Unidos.
Hasta ahora todos los problemas de PIA afectaban a los vivos. Sin embargo, el pasado 28 de octubre dos pasajeros muertos repentinamente se quedaron en tierra en Nueva York y no pudieron viajar a Pakistán en un episodio digno de una comedia negra de Hollywood.
En declaraciones a Efe, el portavoz de la aerolínea, Muhammad Mashhood Tajwar, acusó hoy de «negligencia» a la agencia a cargo de las operaciones en tierra en el aeródromo estadounidense, aunque PIA ha abierto una pesquisa para esclarecer las circunstancias en que se produjo el incidente.
La investigación fue ordenada por el propio director ejecutivo de la compañía, Musharraf Rasool Cyan, quien supervisó «personalmente» los arreglos alternativos ofrecidos a las familias de los difuntos.
Mientras los parientes de uno de los muertos, Nauman Badar, optaron por enterrar a su familiar en Estados Unidos tras el problema, el cadáver del segundo, Nasir Ali, fue trasladado a Pakistán por otra aerolínea, ya que el del sábado era el último vuelo de PIA desde Nueva York a Lahore.
La otrora prestigiosa aerolínea, que contó entre sus pasajeros con ilustres figuras, como la ex primera dama estadounidense Jacqueline Kennedy, y fue protagonista de tramas históricas como el viaje secreto de Henry Kissinger a China, hace ya tres décadas que no acumula más que deudas y turbulentos incidentes.
El pasado mayo, las autoridades británicas afirmaron que encontraron heroína en un vuelo a Londres, mientras que los pasajeros de otro de sus vuelos denunciaron que el piloto se echó a dormir en una butaca y dejó la aeronave en manos de un aviador aún en formación.
Otro incidente de altura se produjo también ese mes, cuando PIA decidió dejar en tierra a un número indeterminado de personal de vuelo por sobrepeso y les daba un mes de plazo para que perdiesen los kilos de más.
En febrero se supo que un mes antes siete pasajeros realizaron el trayecto de cuatro horas Karachi-Medina de pie en los pasillos del avión, y dos meses antes 47 personas murieron cuando el ATR-42 en el que viajaban se estrelló contra una montaña en el norte del país, tras un supuesto fallo del motor.
Además de varios accidentes aéreos, la compañía acumula unos 3.000 millones de dólares en deudas tras perder el año pasado unos 240 millones.
El Gobierno estudia qué hacer con la aerolínea con planes de privatización o una brutal reestructuración que dejaría en la calle a muchos de sus 18.000 empleados, lo que ya ha provocado huelgas.
«La dirección de PIA lamenta los inconvenientes debido a la negligencia por parte de la agencia de la aerolínea a cargo de las actividades en tierra en el aeropuerto de Nueva York y expresa su solidaridad con los miembros de las familias de las personas fallecidas», concluye la nota sobre el último incidente. EFE