Colombia pide «solidaridad» a Iberoamérica con los migrantes de la región
EFE
La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, pidió este viernes a los países de Iberoamérica reunidos Guatemala «solidaridad y hermandad» con las caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia Estados Unidos y con los venezolanos que huyen a países vecinos.
«Todas estas caravanas, en el norte y en el sur, nos ponen de presente una verdadera tragedia humanitaria y tenemos que responder a ella con verdadera solidaridad y, sobre todo, con verdadera hermandad», afirmó la vicepresidenta.
Ramírez, que representó al presidente colombiano, Iván Duque, en la XXVI Cumbre Iberoamericana que se celebra en la ciudad de Antigua, evitó mencionar directamente la crisis política y humanitaria que vive Venezuela, pero recordó que Colombia ha recibido 1,2 millones de venezolanos en los últimos meses.
«Estamos haciendo esfuerzos a nivel nacional para lograr una articulación entre los distintos sectores, salud, educación e inclusión laboral, pero necesitamos una mejor respuesta de la comunidad internacional, una respuesta oportuna y mucho más eficaz», agregó.
La funcionaria pidió soluciones «integrales» que ataquen las causas de la migración y anunció que su país apoyará el primer Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular de la ONU que se suscribirá en diciembre en Marruecos.
Ramírez pidió fomentar el multilatersalimo y recuperar el peso «perdido» de la comunidad iberoamericana en los foros internacionales e instó a Iberoamérica a «elaborar una lista de empresas condenadas por actos de corrupción para que ni ellas ni sus accionistas puedan contratar con los Estados».
Como potencia cafetera, la vicepresidenta colombiana se unió al reclamo del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y denunció que los bajos precios del café en el mercado internacional, que se encuentran por debajo de los costos de producción, están afectando a miles de pequeños cafeteros colombianos y empujándoles a la pobreza.
Ramírez también se refirió al bajo crecimiento económico de Latinoamérica, que en 2017 apenas creció un 0,9 %, una cifra «totalmente insuficiente para los desafíos del desarrollo que tienen nuestra naciones».
