Colombia condena ataque «impune» de civiles armados contra diputados en Venezuela
EFE
El Gobierno de Colombia condenó este miércoles los ataques contra diputados que se preparaban para ingresar al Parlamento venezolano y lamentó que las agresiones por parte de civiles armados ocurrieran en presencia de la seguridad del Estado, que les permitió actuar con «total impunidad».
«El Gobierno de Colombia lamenta que estos hechos hayan sido perpetrados en presencia de los órganos de seguridad del Estado, quienes permitieron que estos grupos violentos actuaran con total impunidad», afirmó la Cancillería en un comunicado.
Grupos de civiles armados, considerados paramilitares por los detractores del Gobierno y grupos de derechos humanos, impidieron este miércoles el ingreso de diputados opositores que se dirigían a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), donde Juan Guaidó, considerado mandatario encargado del país por más de 50 países, convocó una sesión para esta jornada.
Colombia «condena los actos de violencia, y en particular el ataque con armas de fuego contra un grupo de diputados que se preparaban para ingresar al Palacio Federal Legislativo, por parte de colectivos violentos afines al régimen de Nicolás Maduro», agrega la nota.
Igualmente, «rechaza que el Palacio Federal Legislativo haya sido nuevamente militarizado por la dictadura de Nicolás Maduro, a fin de impedir que los diputados de la Asamblea Nacional pudieran acceder libremente a la sesión convocada para hoy 15 de enero».
Colombia sostuvo, además, que la Asamblea Nacional «tiene el derecho constitucional de reunirse sin intimidaciones ni interferencias» y aseguró que «con estos actos resulta cada vez más evidente que el régimen recurre a la violencia para amedrentar y silenciar el único poder legítimo que existe en Venezuela».
Además, indicó que «sigue con extrema preocupación los eventos que ocurren en Venezuela y hace un llamado a la comunidad internacional para que condene de manera categórica estos hechos de violencia propiciados por el régimen y se sume a la presión internacional frente a una dictadura que desconoce el Estado de derecho».
La sede de la AN amaneció esta mañana rodeada por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) con equipos antidisturbios, una situación muy similar a la que se vivió el pasado 5 de enero.
En aquella ocasión debía elegirse a la nueva junta directiva de la AN que aspiraba a presidir de nuevo Guaidó, si bien la GNB evitó a golpes que accediera al Palacio Federal.
En paralelo y a contra reloj, la bancada chavista con el apoyo de unos pocos opositores eligieron como presidente a Luis Parra, quien había sido expulsado semanas antes del partido Primero Justicia del que forma parte el dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela están rotas desde febrero de 2019 y la frontera de 2.219 kilómetros es escenario de constantes tensiones que nunca han llegado al enfrentamiento militar.