COGE DATO| Cinco útiles consejos para tener unos pies sanos y hermosos
Con información de mejorconsalud
Si bien son muy importantes para nuestro día a día, porque nos sostienen y nos ayudan a caminar, no los solemos cuidar tanto. Es vital prestar más atención al cuidado de los pies y no solo pensando en lo estético, sino también en la salud.
Datos sobre los pies
¿Sabías que cada pie contiene 26 huesos, 33 articulaciones, 107 ligamentos y 19 músculos? ¿y que todos los huesos de ambos pies conforman una cuarta parte de los huesos que tenemos en nuestro cuerpo? Fascinante, ¿verdad?
Como los pies son los que están más alejados de nuestra vista, a menudo los descuidamos y pensamos en ellos como algo extraño y sucio. Solo cuando te duelen empiezas a echarles un vistazo. Antes de eso, no les prestas atención y mucho menos los cuidas. Sin dudas, los pies son los grandes olvidados a cualquier edad. Como son el primer punto de conexión con la tierra, debemos apreciarlos enormemente. Sin ellos, no podríamos ir a ningún lado. Más allá de que se vean bonitos y cuidados, es preciso que estén saludables.
De esta manera, te sentirás más aliviado, evitarás dolores o problemas más graves, estarán hermosos para cualquier ocasión y no sentirás vergüenza de ellos.
Gracias a estos consejos, podrás disfrutar de unos pies felices todos los días.
Usa zapatos cómodos
Lo ideal sería tener siempre a mano un par de zapatillas cómodas de repuesto y cada vez que tenemos un respiro o descanso, si las circunstancias lo permiten hacer el cambio. Aunque seas una gran fanática de los tacones altos, trata de no usarlos tanto, porque no solo hacen mal a tus pies, sino también a la espalda.
Si no puedes evitarlos por el trabajo, entonces, lleva un par de zapatos bajos de repuesto, para utilizar mientras viajas en el autobús o cuando el jefe no te ve. Otro consejo es que trates de comprar los que sean más amplios y que los dedos o el empeine no te queden atrapados sin salida y sin movilidad.
Los callos son los signos más evidentes del uso de calzado estrecho o incómodo. Cuando vayas a comprar zapatos, trata de hacerlo en la tarde, cuando los pies estén ligeramente hinchados por el paso de las horas.
Asegúrate de comprar zapatos de verano en épocas más cálidas, porque los pies se encogen cuando hace frío y corres el riesgo de comprar un calzado incómodo y apretado que solo te traerá dolor y molestias.
Quítate los zapatos
Cuando tengas la oportunidad de poner los pies en el suelo, hazlo. Puede ser en casa, en el parque, en la playa, en el centro de yoga o incluso en el trabajo, debajo de tu escritorio.
Asegúrate de que los pies puedan moverse y respirar a diario, aunque haga frío. La energía de la tierra ingresa a nuestro cuerpo a través de los pies, pero las suelas de goma de los zapatos no permiten que esto suceda. Por eso estamos algo desconectados con la madre naturaleza. Camina con los pies descalzos siempre que puedas. Sentir la tierra bajo tus pies y probar diferentes superficies, como la arena, las piedras, etc. será beneficioso para la salud de tus pies.
Disfruta de masajes
De vez en cuando, da un buen masaje a tus pies. Puede utilizar mezclas de aceites esenciales u otros productos naturales para hacerlo.
– Extiende los dedos de los pies con la mano, gíralos y apriétalos con cuidado; frota las suelas y los talones y realiza movimientos para los talones y dedos.
– Los masajes en los pies, mejoran la circulación sanguínea y te quitan el cansancio como por arte de magia. No hay nada más relajante.
– Los puedes hacer en cualquier momento del día, pero sobre todo verás la diferencia cuando llegas del trabajo.
Acude al pedicura
Quizás algunos crean que esto es solo para las personas que tienen mucho dinero, pero no es verdad. No hay nada peor que el mal olor en los pies, los talones agrietados y las uñas sucias.
Lávate los pies todos los días, para eliminar la suciedad, sobre todo si el calzado es abierto o hemos hecho deporte y transpirado.
Encuentra un salón de pedicura a buen precio y de calidad para hacerle un regalo a tus pies, al menos una vez al mes. Si esa persona además hace masajes o es especialista de reflexología, ¡mucho mejor!
Disfruta de tus pies
Si no tienes dinero para ir al salón de belleza, puedes elaborar cremas caseras con lo que tengas en la nevera, por ejemplo. O sumergir los pies en agua caliente con sal gruesa.
Agradece a diario que tus pies te acompañan y que puedes hacer lo posible para que estén en buenas condiciones. No escatimes en gastos para tu salud podal, porque eso repercute sin dudas en tu estado de ánimo, en tu día a día y en tu salud.
Aprende de ciertas culturas donde el lavado de pies es todo un ritual y se realiza con agua de rosas al recibir a alguien en casa, al esposo cuando llega (o a la esposa), etc.
Mantén las uñas cortas y bien limadas, no dejes que los callos y ampollas te duelan o te molesten al caminar, muévelos lo más que puedas dentro y fuera de los zapatos y, en lo posible, no duermas con calcetines demasiado apretados.