Claves para cumplir el “Dry January” y dejar el alcohol
800 Noticias | Agencias
Dejar de beber alcohol no es considerado un propósito de año nuevo tan popular como apuntarse al gimnasio, dejar de fumar o no marcarse objetivos en absoluto, que ya bastante tenemos. Sin embargo, evitar la bebida va ganando popularidad cada enero, pues promete mejorar nuestra salud, economía y bienestar –en efecto, la sobriedad es una tendencia en alza–.
De ahí que Dry January, la campaña de salud pública lanzada por Alcohol Change UK en 2013, estime que millones de personas se unirán a ella este año. Según Silvia dal Ben, psicóloga de Buencoco, pasar el mes de enero sin probar una gota de alcohol no es solo un modo positivo de cerrar un periodo vacacional y retomar la vida cotidiana, sino también “puede constituir una prueba para comprender si somos capaces de renunciar al consumo de alcohol (que es una sustancia que puede crear adicción)”. De una u otra manera, el Dry January nos puede cambiar la vida.
En su opinión, “las vacaciones de diciembre suelen ser una época en la que tendemos a disfrutar del descanso, de las festividades, llegando al punto de exagerar con el alcohol”. Lo más importante es que “el Dry January no es un castigo ni una obligación, sino una elección, y es útil si se concibe como un estímulo personalizado para cada uno de nosotros”, añade. Aprovecha el impulso del ‘año nuevo, vida nueva’ para cambiar de hábitos.
Hazte preguntas
Dal Ben destaca la importancia de que cada persona se cuestione ‘¿por qué es importante para mí dejar el alcohol?’, pero también “¿Con qué frecuencia me excedo? ¿Cuántos vasos bebo? ¿A qué puedo renunciar realmente?”. Esas respuestas se convertirán en tu principal motivación para afrontar el reto.
Comprende por qué y cuándo bebes alcohol
“Todos somos diferentes y es difícil estandarizar un pensamiento que sirva a todo el mundo para dejar de beber alcohol; puede ser más útil comprender por qué uno siente la necesidad de beber alcohol y en qué situaciones específicas”, advierten desde Buencoco. En su opinión, es posible que influyan “aspectos emocionales, relacionales y sociales que lleven a la persona a ver el alcohol como una estrategia para afrontar determinadas situaciones”. Lo cierto es que “a veces es posible darse cuenta de cuáles son los lugares, las personas, los gestos asociados a la bebida”, y es fundamental identificarlos.
“En este sentido, beber alcohol se convierte en el último eslabón de una larga cadena, y abandonar la bebida sin entender por qué recurrimos a ella puede ser disfuncional”, defiende Dal Ben. En cualquier caso, “si alguien no es capaz de dejar de beber alcohol puede ser porque ha desarrollado una adicción”, advierte la psicóloga. En esos casos, debe recurrir a un especialista.
Define tus límites
A la hora de proponerse Dry January, “el peor error podría ser esperar demasiado o demasiado poco de nosotros”, afirma la psicóloga. Cada uno bebe de manera diferente, especialmente durante las vacaciones; “por eso, es importante considerar cuidadosamente la posibilidad de dejar de beber alcohol por completo y para siempre o bien limitarlo a momentos excepcionales. En resumen, cada uno debe entender cuál es su propio límite y cómo puede serle útil un Dry January”, apunta Silvia.
Modera la tentación
Antes de abandonar el Dry January, desde Buencoco nos animan preguntarnos por qué decidimos hacerlo en un primer momento. “Si en ese caso concreto el deseo de romper la abstinencia está ligado a una necesidad de compartir en ocasiones particulares, como un cumpleaños o una fiesta, más que imponer una prohibición que nos haga sentir mal, puede ser útil decidir conscientemente permitirnos una ‘transgresión’, que no necesariamente tiene que arruinar todo nuestro plan de abstinencia en el mes”.
Con información de La Patilla
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