China niega que su consulado haya robado propiedad intelectual - 800Noticias
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EFE

China negó hoy que su consulado en Houston (Texas) haya robado propiedad intelectual o información de empresas estadounidenses, y volvió a prometer «represalias» por el cierre de la oficina diplomática en medio de nuevas acusaciones de espionaje por parte de EEUU.

Washington dio el miércoles 72 horas a Pekín para cerrar su consulado en Houston para «proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de sus ciudadanos».

«Estas acusaciones son maliciosas y su único objetivo es difamar a China. El cierre del consulado es una medida completamente injustificada, y China se reserva el derecho a tomar represalias», afirmó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin.

Wang evitó responder a las preguntas sobre cuáles serán dichas contramedidas y, ante la insistencia de los periodistas, se limitó a leer varias veces el texto del día anterior: «Pedimos a EEUU que se retracte de esta decisión errónea, o de lo contrario China tomará las represalias legítimas y necesarias».

La prensa estatal china ha dejado entrever la posibilidad de que China reaccione con el cierre de uno de los consulados de EE.UU. y citado explícitamente las opciones de Hong Kong, Macao, Cantón o Chengdu, aunque otra posibilidad sería la clausura del consulado estadounidense de la ciudad china de Wuhan por ser el consulado «hermano» del de Houston.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que opta a la reelección en las elecciones de noviembre, ha culpado repetidamente a China de la pandemia y en las últimas semanas ha impuesto varias sanciones al gigante asiático.

Al respecto, el diario China Daily opina hoy en un editorial que el cierre es «una maniobra política» de la actual administración estadounidense consistente en «pintar a China como la mala de la película y proscribirla de la comunidad internacional» para así darle la vuelta a las encuestas con vistas a las elecciones.

«Trump va a ir hasta el final con su representación de China como un agente del mal», argumenta el periódico.

Esta semana, EE.UU. ya ha sancionado a once compañías chinas por supuestos abusos a las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang y, además, presentó cargos contra dos «hackers» chinos que supuestamente intentaban robar datos de la vacuna para la COVID-19 y secretos de tecnología militar.

El trasfondo de las diferencias entre las dos potencias es la subyacente pugna por la hegemonía, la guerra tecnológica y comercial y, más recientemente, las críticas de EE.UU. a la nueva ley de seguridad para Hong Kong y a la situación en Xinjiang.

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