China invita a expresidente filipino Ramos a Pekín para aliviar la tensión
EFE
El Gobierno chino aseguró hoy que da la bienvenida a una «pronta visita» a Pekín del expresidente filipino Fidel Ramos, de visita en Hong Kong, para reanudar el diálogo bilateral después de que una corte de La Haya fallara a favor de Filipinas en su contencioso con China por territorios del Pacífico.
Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, manifestó que China está «abierta a cualquier forma de comunicación con Filipinas», según un comunicado que publica la agencia oficial Xinhua.
China y Filipinas tenían una tradición de vieja amistad de vecinos, y ambas partes deben hacer esfuerzos para mejorar los lazos bilaterales, reanudar el diálogo y la cooperación, y promover un desarrollo estable de las relaciones, agregó Hua.
Ramos, de visita en Hong Kong como enviado especial del actual presidente filipino, Rodrigo Duterte, subrayó ayer que viajaría a Pekín si así lo deciden los ministerios de Asuntos Exteriores de ambos países y si su viaje a la excolonia británica resulta próspero.
«Mi trabajo es encontrarme con viejos amigos que tienen vínculos con altos cargos de Pekín. Mi trabajo no es negociar, sino allanar el terreno, romper el hielo y remodelar la amistad que tuvimos con China durante mi mandato (1992-1998)», señaló Ramos durante una rueda de prensa.
Hua confirmó hoy que Ramos mantendrá comunicaciones privadas con sus «viejos amigos de China» durante su estancia en Hong Kong, adonde llegó el lunes para un viaje de en principio cinco días.
La visita a Hong Kong y el más que probable paso por Pekín de Ramos, de 88 años, supone el primer acercamiento oficial entre ambos países desde que la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya falló el 12 de julio en favor de Filipinas en su contencioso con China por territorios del mar de China Meridional.
El tribunal dirimió que Pekín no tiene los derechos históricos que reclama sobre el atolón de Scarborough y parte de las islas Spratly, un archipiélago de más de 750 arrecifes, islotes y atolones cuya soberanía reclaman, además de China, Filipinas, Brunei, Malasia, Taiwán y Vietnam, total o parcialmente.
El Gobierno chino calificó de «ilegal» la resolución, e instó a Manila a resolver las disputas a través de negociaciones bilaterales.
El propio Duterte y miembros de su Gobierno han reaccionado con moderación a la sentencia de la corte y se han mostrado proclives a alcanzar un acuerdo con China sobre el contencioso, como expone la pronta visita de Ramos menos de un mes después del fallo.