Chile supera los 40.000 muertos por Covid-19
EFE
Chile superó este lunes los 40.000 muertos por la covid-19 desde el inicio el inicio de la pandemia hace ya casi dos años, un umbral que se alcanza en plena escalada de la variante ómicron y cuando acaba de empezar la vacunación masiva de la cuarta dosis.
En las últimas 24 horas, se registraron 73 muertos y 31.063 contagios, lo que deja el balance total en 40.060 fallecidos y 2,4 millones de infectados, de los cuales 147.753 están en etapa activa de la enfermedad y pueden contagiar.
El país llevaba con la pandemia bajo control y con tasas de positividad muy bajas en torno al 2 % prácticamente desde el pasado agosto, pero la contagiosa variante provocó en enero una escalada de casos hasta niveles nunca vistos.
La tasa nacional de positividad en las últimas 24 horas fue del 23,6 % y del 23,3 % en la región Metropolitana, que alberga a la capital y donde viven 8 de los 19 millones de habitantes del país.
«Ómicron tiene una capacidad de contagio que ha sorprendido al mundo entero y que ha hecho colapsar los sistemas de salud de los países más desarrollados del mundo», dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, quien este lunes recibió la cuarta dosis de la vacuna en el sur del país, donde se encuentra de vacaciones.
Los mayores de 55 años que hayan cumplido seis meses desde su anterior inyección están llamados desde este lunes a inocularse con la cuarta dosis, luego de que los trabajadores sanitarios y las personas inmunodeprimidas fueron inmunizadas en enero.
Chile ha llevado a cabo una de las campañas de inoculación más exitosas del mundo, con más del 92 % de la población (19 millones de habitantes) con un esquema completo de vacunación de dos dosis o dosis única y con más de 12,5 millones de dosis de refuerzo aplicadas.
La vacuna más usada es CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, aunque también se administran en menor medida Pfizer/BioNtech, AstraZeneca y Cansino, y el Instituto de Salud Pública (ISP) aprobó la semana pasada el uso de emergencia de Moderna.
Pese al explosivo aumento de los casos, el Gobierno no se plantea nuevos confinamientos, sino la reducción de aforos en las regiones más afectadas porque la presión hospitalaria sigue siendo muy baja, con poco más de 600 pacientes en cuidados intensivos. EFE