Chile se convierte en el país sudamericano con mayor inmigración
ABC
En cuatro años la inmigración se ha doblado y llega al 5,5% de la población, una de las tasas más altas de América Latina. La estabilidad política y económica crean una atmósfera atractiva en este país.
Entre 2014 y 2017, Chile ha visto aumentar en 232% el número de inmigrantes que viven en el país, pasando de 416.082 a 966.363, lo que supone el mayor incremento inmigratorio en América.
Estimaciones del Gobierno de Sebastián Piñera indican que en los primeros meses de 2018, se ha superado el millón de inmigrantes en el país de modo irregular. Esto sitúa la tasa de inmigración en el 5,5% del total de la población, una de las mayores de Latinoamérica.
La cifra puede dispararse aún más con una esperada avalancha de venezolanos, que ya constituyen el grupo de mayor volumen de los que llegan. También ha habido un incremento de haitianos y, en menor medida, de cubanos, debido a que otros países del continente, como Estados Unidos o Brasil, han ido cerrando sus puertas a esos inmigrantes.
Chile cuenta con el atractivo de su estabilidad política y económica, y además, la necesidad de mano de obra que experimenta el país hace que el Gobierno tenga un discurso positivo hacia la inmigración, si bien requiere que esta sea ordenada y con ciertas garantías.
De acuerdo con The Economist, Chile necesita población llegada de fuera para poder crecer económicamente, debido a su baja tasa de natalidad y al envejecimiento de la sociedad chilena.
A la espera de la aprobación de una nueva ley migratoria, el presidente Piñera ha firmado varios decretos para negar la posibilidad de cambiar el visado de turista por otro de trabajo desde el mismo Chile y establecer nuevos visados: la Visa de Responsabilidad Democrática para la acogida de venezolanos y un visado de fines humanitarios pensado para los haitianos.
El boom inmigratorio de los últimos años venía ya de una década atrás. De 2007 a 2015 el número de extranjeros residentes en Chile aumentó en un 143%. Pero ha sido especialmente en 2017 cuando la llegada de inmigrantes se ha disparado. El mayor volumen corresponde a venezolanos. De 8.381 visados de entrada que en 2015 Chile otorgó a venezolanos se pasó a 22.921 en 2016 y a 73.386 en 2017.
Chile guarda en la memoria que Venezuela acogió a una buena cantidad de los 200.000 chilenos que abandonaron el país tras el golpe militar de Pinochet de 1973.
Cuando Brasil comenzó a poner dificultades en el otorgamiento de visados, los haitianos, que no tenían preferencia de idioma debido a que en cualquier caso hablan francés, optaron a dirigirse a Chile.
En el caso de los haitianos, los visados de entrada fueron de 8.888 en 2015, de 23.750 en 2016 y 46.239 en 2017. En los últimos cuatro años el incremento ha sido del 4.433%, el mayor porcentaje entre los distintos grupos nacionales de llegada.
Entre los cubanos, el fin de la política estadounidense de ‘pies secos, pies mojados’ a comienzos de 2017 hizo que el desvío de emigración a Chile se triplicara respecto al año anterior, pasando de 877 a 2.533.
Con todo, fruto de décadas de relación regional, la mayor colonia extranjera en Chile es la de los peruanos, con casi 250.000 personas, seguida de la colombiana, con 127.000, y la boliviana, con 111.000.