Chile inició la campaña para la elección de los constituyentes
EFE
Chile dio este viernes inicio al período de propaganda electoral para los comicios que los próximos 10 y 11 de abril definirán a los constituyentes que redactarán la nueva Carta Magna.
En paralelo, los chilenos elegirán a los gobernadores regionales para cada una de las 16 regiones del país Chile y a los alcaldes y concejales de las 346 comunas (barrios, sectores de ciudades o urbes enteras, según lo casos) del país.
Se trata del mayor reto electoral en la historia del país, tal y como reconoció el Servicio Electoral (Servel), tanto por la magnitud del proceso como por el contexto de pandemia en el que tiene lugar.
La envergadura de estos megacomicios, programados en principio para un único día, el domingo 11 de abril, motivó que el Congreso Nacional aprobara este jueves su distribución en dos jornadas por razones sanitarias, por lo que las urnas se abrirán el sábado anterior.
«Va a haber elecciones prácticamente para todos los cargos electos del país y es un recambio total de la clase política, suponiendo que haya recambio», dijo a Efe el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile Robert Funk, quien incluía en su análisis también a los comicios presidenciales del próximo mes de noviembre.
Aunque todavía hoy es poco visible, los candidatos ya pueden poner propaganda por las calles a través de carteles en plazas, parques y otros espacios públicos.
Mientras, la propaganda televisiva comenzó a emitirse en dos franjas diarias, una en una mañana y otra en la tarde, y ambas están divididas en tres tipos de candidaturas: la de los pueblos originarios que aspiran a los escaños reservados, los candidatos independientes y los integrantes de coaliciones o partidos políticos.
En total, los pueblos indígenas cuentan con 3 minutos y 54 segundos de franja, los independientes con 8 minutos y 48 segundos, y las coaliciones y los partidos políticos con 26 minutos y 6 segundos.
ELECCIONES CONSTITUYENTES
El foco de atención principal estará puesto en la elección de los constituyentes, proceso surgido del histórico plebiscito del pasado 25 de octubre, en el que con más del 78 % de los votos los chilenos decidieron abrir la vía para reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Su derogación fue uno de los principales reclamos durante la ola de protestas que estalló en octubre de 2019, que motivó la convocatoria del plebiscito como intento de apaciguar la agitación en las calles.
Más de 1.300 los candidatos que aspiran a ser elegidos para ser uno de los 155 integrantes de la convención constitucional, que estará conformada en su totalidad por miembros de la sociedad civil electos para ese fin y sin parlamentarios en ejercicio.
Esta convención contará con paridad de género -algo inédito en el mundo- y diecisiete escaños reservados para garantizar la representación y participación de los pueblos indígenas.
Muchas personas anónimas que se presentan como independientes responden a diversas sensibilidades sociales, desde el feminismo a la defensa del medio ambiente, pasando por los pueblos indígenas o los defensores de cambiar el modelo de pensiones de Chile.
«Es una elección que requiere un esfuerzo intelectual del electorado, salir de la comodidad e investigar un poco más», dijo el experto en Márketing Político y director de la Escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales Cristián Leporati a la emisora local Cooperativa.
También se presentan militantes de partidos tradicionales y antiguos dirigentes, como varios exministros del actual Gobierno de Sebastián Piñera, que renunciaron recientemente a sus cargos.
La derecha oficialista logró unirse en una lista única para presentarse, mientras que la oposición de izquierdas quedó atomizada en varias candidaturas.
Una vez elegidos, los constituyentes tendrán nueve meses para presentar un nuevo texto constitucional, pudiendo ser ampliado por tres meses más, en una sola oportunidad. De esta manera, a mediados de 2022, Chile vivirá un nuevo Plebiscito de salida para aprobar o rechazar la nueva Constitución.
