Chile esperará 125 días para nueva elección si rechaza nueva Constitución
EFE
El presidente del Servicio Electoral de Chile (Servel), Andrés Tagle, explicó este martes que de ganar la opción «Rechazo» en el plebiscito constitucional deberán pasar mínimo 125 días antes de elegir nuevos convencionales que redacten la ley fundamental.
“Hay que cerrar el registro, hay que hacerle una auditoría al padrón. Toda elección tiene un padrón nuevo”, afirmó el funcionario en una entrevista radial.
Chile vivirá el próximo 4 de septiembre el referéndum de salida para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución, texto elaborado por 154 convencionales a lo largo de un año en un proceso reconocido por su carácter paritario y con escaños reservados para pueblos indígenas.
Anticipándose a todos los escenarios posibles, el presidente chileno, Gabriel Boric, señaló el pasado domingo que sería «redundante» repetir la consulta ciudadana respecto a cambiar o no la actual carta fundamental y el mecanismo para ello.
“En el plebiscito del 25 de octubre (de 2020), el pueblo de Chile decidió que quiere una nueva Constitución mediante un mecanismo 100 % electo para ese fin», señaló el mandatario, haciendo alusión al contundente 78 % de los chilenos que manifestó su voluntad de cambiar la carta magna vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y modificada bajo el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006).
Consultado el presidente del Servel sobre cuánto tiempo requiere el organismo desde el plebiscito de salida para realizar una nueva jornada electoral, dijo que “mínimo 125 días antes, desde que se apruebe y se declare”.
“A los 90 días se publica el padrón a efecto de que se reclame en tribunales. Y se presentan reclamos en los tribunales que dicen que no está o que está incorrecto (…) esos procesos son, a nuestro juicio, importantes en toda elección y requieren un tiempo», agregó Tagle.
A la fecha, diversas encuestas y sondeos de opinión otorgan a la opción «Rechazo» una leve ventaja por sobre el «Apruebo», aunque en las últimas semanas esta última ha acortado distancia.
El proceso constituyente fue la salida que encontró la política para desactivar las graves protestas por la igualdad que estallaron en octubre de 2019, las más graves desde la dictadura, que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos.