Chile dice que reforma a Ley Migración busca separar visa turista de laboral
EFE
La reforma de la Ley de Migraciones anunciada por el Gobierno de Chile no busca impedir que los extranjeros entren al país, sino favorecer que los que lleguen como turistas «se retiren» después de noventa días y que los que llegan en busca de trabajo «lo haga de manera regular».
«El país no restringe otras visas, sigue con las de estudiantes, de trabajo, pero se ha tomado la disposición de hacerse cargo de una realidad, esa que permite que las personas entren como turistas y se queden para intentar conseguir una visa de trabajo», explicó hoy a la prensa el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó el pasado lunes un proyecto de reforma de la actual Ley de Migraciones, que incluye la regularización de alrededor de 300.000 inmigrantes sin antecedentes penales, visa de turismo para ciudadanos haitianos y un permiso especial para migrantes venezolanos.
«Lo que estamos haciendo es ordenar. Cuando llegan en un año poco más de 200.000 personas como turistas y se terminan quedando en el país, eso no es orden», afirmó Ubilla, quien denunció un «desorden administrativo» legado del Gobierno anterior en el tema migratorio.
«En cuatro años casi se ha duplicado la población extranjera en el país», por lo que se busca garantizar «una migración segura, ordenada y regular», agregó el alto funcionario.
Actualmente, en Chile residen cerca de un millón de extranjeros, que representan el 5,5 % de la población, aunque un tercio de ellos está en situación irregular.
El plan de migraciones presentado por el Gobierno comenzará a ser discutido la semana próxima en el Parlamento, pero que también incorpora una serie de medidas administrativas de «aplicación inmediata».
El proyecto considera una visa humanitaria de un año de duración para los ciudadanos haitianos residentes en Chile, quienes dispondrán de 10.000 visas anuales para traer al país a sus parientes.
Además, se solicitará a quienes provengan de Haití una visa de turista por treinta días a partir del 16 de abril, que deberán solicitar en el consulado chileno en su país, y que podrá extenderse hasta por noventa días.
La llegada de haitianos a Chile pasó de 1.649 en 2014 a 73.098 en 2017, lo que los convierte en la comunidad que más ha crecido en ese periodo, con una colonia que bordea actualmente las 120.000 personas.
En cuanto a los venezolanos, se comunicó la creación de una «visa de responsabilidad democrática», que otorga un permiso de residencia temporal por un año y prorrogable, y que permitirá solicitar un visado de residencia definitiva en Chile.
«Se está dando una señal clara de oportunidad a inmigrantes haitianos que tengan familiares en el país, y además se hace eco de una crisis democrática (…) que tiene a una gran cantidad de venezolanos viviendo en condiciones precarias», declaró Ubilla a los periodistas.
Los permisos para ambas nacionalidades se volverán a revisar en tres años más, cuando se espera esté vigente la reformada Ley de Migraciones, que reemplazará a la promulgada en 1975 durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Este proyecto de ley además contempla establecer un sistema flexible de categorías migratorias y la creación de un Servicio Nacional de Migraciones para ejecutar la nueva política.
También se reforzará el combate contra la inmigración ilegal con la simplificación del proceso de expulsión para los extranjeros que traten de ingresar al país eludiendo los controles migratorios.