Chicago se alista para veredicto en caso de afroamericano abatido por Policía
EFE
Las autoridades de Chicago (EE.UU.) se preparan para posibles protestas por parte de la comunidad afroamericana, cuando en los próximos días se emita el veredicto del juicio contra el agente Jason Van Dyke, acusado de haber asesinado a tiros a un adolescente afroamericano de 17 años.
La familia de Laquan McDonald ha pedido «justicia, no venganza», y su tío abuelo, el pastor Marvin Hunter, rechazó la posibilidad de que haya algún acto violencia, después del veredicto, según declaró hoy.
Sin embargo, advirtió a los periodistas que hay «fuerzas externas» que podrían provocar problemas, sin dar más detalles.
Las protestas han sido diarias, pero pacíficas, frente a la sede de las cortes del Condado de Cook a lo largo de las tres semanas transcurridas del juicio.
La Policía, aún así, informó que se ha preparado durante meses, junto a miembros de la comunidad afroamericana, ante la posibilidad de que el veredicto provoque protestas y desmanes de grupos que repudian la brutalidad policial.
«El Departamento de Policía de Chicago tiene un plan operativo para garantizar la seguridad pública en todos nuestros vecindarios, al tiempo de proteger simultáneamente los derechos de manifestantes pacíficos», señala un comunicado de la dependencia.
Como parte de este esfuerzo, el superintendente de Policía, Eddie Johnson, ha ordenado que sus oficiales cumplan turnos de 12 horas a partir de mañana, cuando inicien los argumentos finales de la Fiscalía y los abogados defensores.
Medios de prensa locales han informado que las escuelas del área del juzgado, que se asientan en su mayoría en el barrio mexicano La Villita, han sido notificadas de un posible despliegue policial en caso se registren incidentes.
Los 12 miembros del jurado recibirán mañana las instrucciones finales y comenzarán a deliberar, posiblemente por la tarde.
El veredicto se conocerá en los próximos días, casi cuatro años después de que McDonald fuera abatido a tiros por Van Dyke, al resistir el arresto mientras estaba armado con una pequeña navaja.
Van Dyke, de 40 años, enfrenta dos cargos de homicidio en primer grado, 16 cargos de agresión agravada y un cargo de mala conducta en el puesto, por haber disparado 16 veces contra el adolescente en la noche del 20 de octubre de 2014.
La condena de un agente policial por homicidio a causa de su participación en un tiroteo mientras estaba de servicio no es común en el condado de Cook, donde se asienta Chicago y se produjo el suceso.
En opinión de los abogados de Van Dyke, éste nunca debió ser acusado de homicidio, porque en Illinois la ley protege a los oficiales que tratan de arrestar a un sospechoso en fuga.