Chiara Lubic, la mujer que ha superado los tiempos, por María García de Fleury - 800Noticias
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María García de Fleury

Hablar de Kiara Lubic es hablar de una mujer laica que nació el 22 de enero de 1920 en Trento, Italia. De jovencita fue profesora de escuela primaria. En ese tiempo su ciudad y su país quedaron devastados por el impacto de la Segunda Guerra Mundial y fue allí cuando sintió el llamado de Dios con tal fuerza que le pidió permiso a su sacerdote para consagrarse a Dios. De allí nació el Movimiento de los Focolares.

Con su testimonio de vida, obra y pensamiento se convirtió en una protagonista fundamental de la cultura contemporánea tan necesitada de diálogo y encuentro, así como una figura de primer orden para la iglesia católica cuya importancia y proyección ha trascendido al propio catolicismo.

Su fallecimiento el 14 de marzo del año 2008 en Roca di Papa produjo conmoción mundial. El Papa Benedicto XVI la definió como una mujer intrépida, dócil, mensajera de esperanza y paz. En sus funerales en la Basílica de San Pedro de Estamuro, en Roma, había unas 50.000 personas. Fue presidido por el secretario de Estado, nueve cardenales, más de 40 obispos, cientos de sacerdotes, personas sencillas, obreros, junto a personalidades del mundo político y religioso, porque había logrado un gran acercamiento y convivencia con representantes de las principales creencias y religiones del mundo.

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Para Kiara, uno de los motivos principales de su vida fue conformar una fraternidad universal que permitiera hacer de la humanidad una única y verdadera familia. En sus propias palabras, esa fraternidad es un don gratuito destinado a todos, que no requiere inscripciones ni pertenencias, que no divide según las culturas, las religiones, las ideologías políticas, sino que al contrario ilumina cada uno sobre aquello que les une a los otros, valorando las justas diferencias y la originalidad de la aportación que cada uno puede dar al designio común de la humanidad.

Su espiritualidad de la unidad ha llevado a hacer del movimiento de los folclores uno de los movimientos de iglesia de inmensa actualidad, pues promueve la renovación espiritual y social, interesándose por el vivir humano, ofreciendo nuevas reflexiones y realizaciones concretas a nivel civil, político, económico y del diálogo interreligioso.

Estableció relaciones con líderes de todo el mundo, desde papas hasta budistas, jefes de partidos civiles y políticos. Kiara decía que el trabajo ayuda a redescubrir nuestra humanidad y a hacernos unidos. Insistía que la confianza no se construye a través de talleres de motivación, sino a través de actos diarios de cuidado y amor, para mostrarle al otro que sus problemas también son los nuestros.

Los verdaderamente exitosos son los que aman apasionadamente lo que hacen y tienen la capacidad única de unirse. Cuando las personas se sienten valoradas están dispuestas a contribuir más. Para Kiara la reciprocidad está en la base de su espiritualidad basada en el amor verdadero, en el amor a Jesús abandonado que ha ganado todas las batallas, dentro y fuera de nosotros mismos, incluso las más terribles.

Kiara Lubic, laica, entregada a Dios y a los seres humanos a través del movimiento de los folclores, creó una obra profética de unidad con presencia activa y eficaz en más de 182 naciones en el mundo, inspirando a miles de millones de personas a desarrollar un amor y una fidelidad incondicional a Dios y a los demás, convencidos de que con ¡Dios siempre ganamos!

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