Chavismo descarta renuncia de Maduro y promete dar batalla a la oposición
AFP
El chavismo dará las «batallas» que le plantee una oposición «ciega» por deponerlo y descarta de plano una renuncia del presidente Nicolás Maduro, reclamada por sus adversarios, declaró el jefe del bloque legislativo oficialista, Héctor Rodríguez, en entrevista con la AFP.
«Nicolás no va a renunciar, se va a dedicar exclusivamente a gobernar para la mayoría del país, incluso para ellos (sus detractores)», dijo Rodríguez, un abogado de 33 años que lidera la minoría chavista desde el 5 de enero, cuando la oposición asumió el control del Parlamento por primera vez en 17 años de gobierno socialista.
Este martes, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció que impulsará simultáneamente un referendo revocatorio y una enmienda constitucional para sacar del poder a Maduro (2013-2019), junto con una «gran movilización» para presionar su renuncia.
«Hay una batalla económica que es nuestra prioridad y donde estamos concentrando el esfuerzo; las batallas políticas las daremos y las seguiremos superando, como lo hemos hecho en 200 años de historia» republicana, aseguró el diputado ante la estrategia opositora contra el mandatario.
«Nada nuevo»
En el jardín de una casona donde vivió Simón Bolívar en el noroeste de Caracas, donde se reúne el partido oficialista, Rodríguez sostuvo que los planes opositores se enmarcan en un libreto repetido desde la llegada al poder del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), que sobrevivió políticamente a un golpe de Estado en 2002 y a un revocatorio en 2004.
«Durante todas las épocas de esta revolución la oposición ha dicho: golpe de Estado, vete ya, renuncia, referendo. No es nada nuevo, es lo mismo que le decían a Chávez. La oposición no ha cambiado nada en su discurso, están ciegos por tomar (el palacio presidencial de) Miraflores», afirmó Rodríguez, una de las figuras emergentes del oficialismo.
La única novedad que el parlamentario ve en la ruta opositora contra Maduro es que a su juicio la activación de múltiples alternativas demuestra que «no se pusieron de acuerdo con ninguna» en particular.
A su parecer, eso ocurre porque en la MUD «hay una gran pelea» por una futura candidatura presidencial, lo que considera un «debate miserable» que no está a la «altura del momento» que vive Venezuela por la aguda crisis económica, agravada por una caída del 80% del ingreso petrolero en los dos últimos años.
Adiós a la «prepotencia»
Pero eso no quiere decir que el chavismo subestime la «actitud golpista» de la oposición, aclaró Rodríguez, quien en todo caso subraya que el gobierno no se dejará «sacar de su prioridad que es superar la emergencia económica».
Venezuela, que obtiene 96% de sus divisas del crudo y es altamente dependiente de las importaciones, soporta una acelerada inflación (180,9% en 2015) y escasez de dos tercios de los productos básicos, además de un enorme hueco fiscal que cálculos privados sitúan en 20% del PIB.
El jefe del bloque oficialista defiende que Maduro ha hecho lo correcto para revertir esa situación buscando un acuerdo para estabilizar el mercado petrolero dentro y fuera de la OPEP, y convocando a los empresarios para elevar la producción.
En cambio, a su juicio, la oposición «no le ofrece nada al país» más allá de sus ansias de poder, por lo que ve casi imposible un diálogo para concertar medidas económicas dejando en segundo plano la lucha política.
«Es difícil dialogar con alguien que te dice ‘te voy a tumbar en seis meses'», se justificó Rodríguez, acusando a la MUD de estar al servicio del «juego geopolítico» de Estados Unidos para apropiarse de las reservas petroleras de Venezuela, las más grandes del planeta.
Según el diputado, esas maniobras, sumadas a un boicot contra el país para que no pueda acceder a crédito internacional y a un desabastecimiento inducido, configuran lo que el gobierno denuncia como una «guerra económica».
En medio de la «gran dificultad» que supone la crisis, Rodríguez asegura que el chavismo ha sabido encajar la «cachetada» que significó el triunfo arrasador de la oposición en las legislativas de diciembre, deponiendo la «prepotencia» y sin conformarse con los «logros sociales» de la revolución.
«Diecisiete años en el poder nos hizo alejarnos de la cotidianidad, de la gente, tenemos que volver a nuestros orígenes, a la democracia participativa», aseveró.