Cerca de 6.900 guerrilleros de las FARC llegaron a zonas donde dejarán armas
EFE
Alrededor de 6.900 miembros de las FARC se han concentrado en 26 lugares de Colombia para iniciar su proceso de entrega de las armas y desmovilización, dijo hoy el general Javier Pérez Aquino, jefe de los Observadores Internacionales de la Misión de la ONU en Colombia.
Como un «día histórico» definió el general argentino esta fecha por la llegada de los últimos guerrilleros a Agua Bonita, en el sureño departamento del Caquetá, con lo cual se da por concluida esa fase de la implementación del acuerdo de paz.
El general, que también es coordinador del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V) del alto el fuego bilateral y definitivo, encabezó hoy en Agua Bonita, que hace parte del municipio de La Montañita, el acto en el que fueron recibidas «las últimas estructuras de las FARC» en llegar a las zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN).
«Durante estos últimos 19 días y con el arribo de aproximadamente 300 integrantes de los frentes 3, 14 y 15 de las FARC-EP a esta ZVTN (…) se ha permitido agrupar aproximadamente a 6.900 hombres y mujeres de las FARC-EP, mediante el recorrido de aproximadamente 8.700 kilómetros a pie, en vehículos y embarcaciones con el acompañamiento permanente de los verificadores del MM&V y en coordinación con la fuerza pública», señaló.
Las lluvias en esa zona del sur del país retrasaron algunas horas la llegada de los frentes 14 y 15, pero sobre las 18.30 hora local (23.30 GMT) llegaron los últimos guerrilleros a Agua Bonita, según la Misión de la ONU en Colombia.
La cifra definitiva de guerrilleros concentrados en los 26 lugares se dará a conocer probablemente el próximo lunes.
Pérez Aquino recordó que el 28 de enero se inició el desplazamiento de los miembros de las FARC hacia los lugares en los que deben dejar las armas a la ONU, encargada de su custodia y destrucción.
«Esta actividad significó un gran esfuerzo logístico y operativo que se logró gracias a una estrecha coordinación del MM&V con las FARC-EP, el Comando Estratégico de Transición (COET), la Unidad de Policía Especial para la Paz (Unipep) y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, entre otras instancias», añadió el general.
El acuerdo de paz firmado por el Gobierno colombiano y las FARC establece un plazo de 180 días, que comenzó el pasado 1 de diciembre y debe concluir el 1 de junio, para la entrega de las armas y desmovilización de esa guerrilla, que se convertirá luego en un movimiento político.
En nombre de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia, Pérez reconoció «como muy positiva la decisión de las FARC de entrar a las zonas veredales, pese a la falta de preparación de los campamentos en la mayoría de estas zonas», pues esa decisión «reduce considerablemente las posibilidades de contacto armado».
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, también calificó hoy como «histórico» el momento que vive el país ya que después de 52 años de conflicto armado interno, las FARC están «próximas a su desarme y reinserción» en la sociedad.
Pese al avance que supone la reunión de los cerca de 6.900 miembros de las FARC en las zonas pactadas, esa guerrilla ha denunciado que la infraestructura en dichos lugares no está terminada y en algunos casos está bastante atrasada, situación que el Gobierno atribuye a complicaciones logísticas propias de los lugares remotos.
«A partir de las debidas condiciones logísticas en los campamentos será posible continuar el proceso de dejación de armas, cuya verificación será realizada por la Misión de la ONU en Colombia», agregó el coordinador del MM&V en el acto en el que también estuvo presente el jefe negociador de las FARC Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez».
Aquino añadió que para que el proceso de paz «sea efectivo se deben consolidar otros aspectos del acuerdo final, como por ejemplo un adecuado apoyo logístico, las condiciones de seguridad jurídica, física y socioeconómica que permitirán su tránsito (de las FARC) a la vida civil».
«Se ha dado un paso muy importante que confirma el gran compromiso y confianza que existe entre las partes. Hoy día tenemos frente a nosotros el desafío de asegurar que este proceso siga avanzando, preservar y fortalecer la confianza entre las partes y de la sociedad frente al proceso para concretar lo tan ansiado para todos los colombianos, la paz en Colombia», concluyó.