Cerca de 136 líderes han sido asesinados en Colombia durante 2022
EFE
Cerca de 136 líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados en Colombia en los últimos ocho meses, según reveló este viernes la Defensoría del Pueblo de ese país.
Así lo informó la entidad al presentar el Mapa Nacional de Vulneraciones a los Derechos Humanos, en el que se advierte que hubo 27 casos más que los registrados en el mismo periodo del año anterior.
El mapa fue presentado por el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos desde el municipio de Caloto, población del departamento del Cauca (suroeste), y deja ver que los más afectados son los líderes comunales con 38 casos, le siguen líderes indígenas con 31, los comunitarios con 25 y campesinos o agrarios con 11, entre otros.
Al desglosar las cifras, Camargo, citado en un comunicado de su despacho, aseguró que el Cauca es uno de los departamentos en los que se cometió el mayor número de homicidios contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, pues allí asesinaron 19 defensores.
A este departamento le siguieron Nariño, con 21, mientras que en Antioquia la cifra fue de 15; Putumayo, 12; Arauca, 9; Valle del Cauca, 9; Bolívar con 8, Tolima con 6 y Caquetá con 5.
Mientras tanto, en Norte de Santander y Cesar asesinaron a 4; Chocó y Meta, 3; Sucre, San Andrés, La Guajira, Santander y Risaralda, 2.
Por otro lado, en Boyacá, Caldas, Cundinamarca, Casanare, Guaviare, Córdoba, Magdalena y Bogotá hubo un caso cada uno.
«Quiero reiterar mi rechazo a los homicidios contra líderes y lideresas sociales y contra personas defensoras de derechos humanos porque estos crímenes afectan de manera grave a las comunidades que representan, y porque buscan silenciar las voces de quienes le dan vida diariamente a la democracia en los territorios», aseguró Camargo.
Añadió que los tiempos actuales representan una «oportunidad histórica» para establecer una ruta de diálogo que permita alcanzar la «paz que tanto anhelamos».
En esa dirección dijo que para ello «necesitamos una clara voluntad de paz de todos los actores armados. En este escenario, el mejor gesto de paz que podrían hacer los grupos armados ilegales es ponerles fin a los asesinatos de quienes ejercen el liderazgo y defienden los derechos humanos en las comunidades».