CENSURA | Juez ratificó prohibición del largometraje “El Inca”
Con información de El Nacional
La película El Inca seguirá censurada en Venezuela. El juez Salvador Mata García considera que el filme de Ignacio Castillo Cottin vulnera los derechos de vida privada, honor, intimidad, imagen, confidencialidad y reputación de los hijos de Edwin “el Inca” Valero, por lo que debe seguir fuera de cartelera.
Para levantar la prohibición exigió que se suprima la escena en la que el protagonista (Alexander Leterni) le dispara al asesino de un amigo, así como la parte en la que su esposa aparece en el piso ensangrentada. También quiere que se eliminen las grabaciones caseras de un viaje y la boda del boxeador que salen antes de los créditos. Otra exigencia es que al principio y al final se indique que es una “película de ficción basada en hechos reales con escenas ficticias propias del escritor” (sic).
El juez establece, además, que las partes deben acordar parámetros para la cesión de los derechos de explotación de la imagen del deportista y que los hijos del peleador reciban tratamiento psicológico. Esto último también fue una de las condiciones para devolver el master DCP –con el que se sacan las copias de la película– que está en poder del tribunal, además de la cesión de los derechos de explotación de la imagen de Valero.
En la decisión del tribunal se enumeran aparte escenas que se consideran lesivas, como una en la que el Inca llega a una casa en la que están su esposa e hijos, a quienes les están sacando piojos; otra en la que aparece la pareja del boxeador fumando mientras está sentada en una acera y una en la que Valero le pregunta a uno de los niños si su madre recibió una llamada. Esta última fue cuestionada por la representante de la Fiscalía, que pidió su eliminación para que el filme vuelva a las salas de cine. Antes de que se emitiera la sentencia, la funcionaria del Ministerio Público indicó que toda discusión sobre derechos de autor no corresponde a un tribunal de menores.
Cuatro horas y media tardó el juez en anunciar su decisión después de la audiencia a la que asistieron familiares del pugilista: la madre María Eloísa Vivas Ramírez, junto con los hermanos Edwar y Yaurima Valero Vivas.
En la audiencia, que se celebró en el Tribunal Segundo de Juicio del Circuito de Protección de Niños y Adolescentes de Caracas, los parientes del peleador se contradijeron cuando fueron interrogados por el juez, quien recalcó que solo Edwar Valero asistió a la proyección privada del filme que hubo hace dos semanas.
Cuando se dictó la medida de sacar de cartelera la película, ni el tribunal ni los demandantes la habían visto.
La madre dijo que los tráilers de la producción afectaban la intimidad de los menores y a la familia. La hermana reconoció que el deportista tenía un problema con las drogas, que era público, pero afirmó que la historia nunca muestra los logros deportivos de Valero. Señaló que cuando la productora Nathalie Sar-Shalom se les acercó antes del rodaje, ellos pidieron cambiar el guion.
Minutos después, Edwar Valero indicó que es falsa la escena en la que la policía encuentra unas motos robadas en el gimnasio en el que el atleta entrenaba antes de ser famoso. Dijo que nunca vio a su hermano consumir drogas o golpear a su esposa.
Ante la pregunta del juez de si era verdad que ellos habían pedido que un hermano del Inca protagonizara el filme, el hombre dijo que sí. “Fue un comentario para darle más vida al personaje”, añadió.
También indicó que la familia siempre quiso saber el porcentaje de ganancias que ellos percibirían. Sobre este tema, la productora ha dicho que pensaba destinar 10% de los ingresos para los menores.
Con este fin, había acordado con el Consejo Mundial de Boxeo un mecanismo para que el dinero de los adolescentes fuera manejado por una fundación.
La defensa alegó que las declaraciones de la familia demuestran que quieren tener una versión única sobre la vida del boxeador, aun más cuando han dicho que han estado en contacto con la Villa del Cine para realizar una película.
Los abogados de Pa’los Panas Producciones argumentaron que la libertad de expresión permite que existan todas las versiones posibles, mientras que la censura busca monopolizar la de la familia.