Celulitis: Cómo prevenirla y qué datos revela sobre tu salud
Agencias
Dermatopaniculopatía edematofibroesclerosa es su verdadero nombre, sin embargo, todos la conocen como “celulitis”. La también llamada “piel de naranja” era considerada en tiempos pasados como un signo de belleza y sensualidad. Pero en la actualidad es considerada un “inesteticismo” que, por cierto, padece más del 90% de las mujeres. Entonces, ¿cuánto de antiestético y cuánto influencia de cánones de belleza dominantes hay en el hecho de que tanto se busque combatirla?
Para empezar, a simple vista lo que se ve son los tristemente célebres “pozos” en la superficie de la piel, ¿pero ¿qué es realmente la celulitis?
“La celulitis es una alteración inflamatoria que involucra las capas profundas de la piel (dermis) y la porción más superficial de grasa”, comenzó a explicar la médica especialista en estética Sofía Bobillo (MN 16.441), quien continuó: “Microscópicamente, el adipocito o célula grasa se encuentra en estado de inflamación y rodeado por líquido, lo que vemos en forma de irregularidades en la piel o la conocida ‘piel de naranja’”.
Y tras asegurar que “en general esto se observa de la mitad del cuerpo para abajo, en la zona de glúteos, caderas y abdomen”, la especialista destacó que “no se trata sólo de algo que afecta a las mujeres, aunque se presenta en un gran porcentaje en este sexo, sino también se la observa en hombres y en edades cada vez más tempranas”.
Para la médica dermatóloga Lilian Demarchi (MN 88.365), “la celulitis afecta a un alto porcentaje de las mujeres. Se trata de una alteración importante en la microcirculación que produce una alteración en el adipocito o célula grasa”. “Es una patología de origen multifactorial, y uno de los principales predisponentes es el factor hormonal -explicó la especialista-. En la mujer son abundantes los cambios hormonales a lo largo de su vida -pubertad, embarazo, menopausia-. El aumento de la actividad estrogénica provoca una modificación del reparto y volumen del tejido adiposo, que favorece el cúmulo de grasa”.
Las primeras señales de “piel de naranja” suelen manifestarse en la adolescencia “coincidiendo con el aumento de las hormonas y se prolonga hasta la menopausia”, según explicó Demarchi, quien agregó que “durante el embarazo los cambios hormonales pueden empeorar el cuadro de celulitis. Son frecuentes la pesadez y congestión en las piernas e inclusive puede causar dolor”.
En coincidencia, la médica dermatóloga Andrea Rey (MN 139.411) consideró que “al tratarse de una patología multifactorial, puede decirse que no es un problema solamente estético”. “Entendemos por celulitis al proceso generado por un desorden metabólico localizado en el tejido subcutáneo, que se manifiesta con alteración en la figura corporal -sostuvo la especialista asesora de Fine-. Están implicados el sistema micro circulatorio y linfático, que, junto con la matriz extracelular y un exceso de grasa subcutánea, dan lugar a la formación de nódulos en la dermis”.
Johanna Furlan es médica cirujana estética (MN 122.975) y en su intento por seguir desentrañando las causas de la celulitis, desarrolló: “Al ser poco frecuente en hombres, se cree que el factor hormonal juega un papel importante, no obstante, también intervienen otros como el genético, el inflamatorio, la retención de líquidos o los cambios vasculares.
Esto se debe a cambios estructurales en la hipodermis o la capa grasa de la piel, ya que hay diferencias en la disposición de los tabiques conjuntivos que separan los lóbulos de la grasa subcutánea. En las mujeres afectadas por celulitis se produce una herniación de la grasa, ya que se distribuye de manera vertical en lugar de oblicua. Los tabiques pierden tensión y la grasa sobresale”.
La celulitis puede clasificarse en cuatro grados o estadios
En este punto, la médica cirujana Cristina Sciales (MN 66.744) aportó que “en función de su aspecto, puede clasificarse a la celulitis en cuatro estadios”.
Y amplió:
1- Indurado: “Es dura, tensa la epidermis al máximo y aparece granulosa bajo la palpación, adherida al plano profundo, no se modifica con la posición de pie o acostada y puede ser dolorosa al tocar. La forma y localización más común es la de pera ginoide y en la zona postero externa del muslo (pantalón de montar)”.
2- Edematosa: “La celulitis edematosa es simple de diagnosticar ya que se encuentra en esas piernas en forma encolumnada, una consistencia pastosa con nódulos. Es también dolorosa al tacto, da cansancio y pesadez de piernas, va acompañada con el tiempo de insuficiencia venosa-linfática de los miembros inferiores (hinchazón-edema, fragilidad capilar, varices, arañitas etc). Los lugares más afectados son las rodillas, extendiéndose en el muslo anterior, en tobillo y gemelos (adquiriendo ese aspecto ‘pierna en columna’)”.
3- Flaccidez: “Es un tejido esponjoso y ‘flotante’ porque está como despegado del músculo. Es móvil en el sentido gravitatorio y se moviliza cuando la persona pasa a la posición de pie o acostada. Se ve más en muslo interno, anterior y a menudo va asociada de una piel flácida, a veces pueden presentarse estrías, y es frecuente a partir de los 40 años. Puede ser consecuencia de una evolución de una celulitis indurada no tratada, también por subidas y bajadas de peso, abuso de diuréticos, malas maniobras de masajes o aparatología inadecuada. Pero el factor más común es genético. A veces la localización es en todas las regiones”.
4- Mixta: “Es, como el nombre lo dice, una mezcla de todas. El médico debe clasificarlas para su tratamiento y diagnosticar el grado (I al IV). Si bien la causa de la celulitis es hormonal, circulatoria, genética, actualmente en algunos casos se empezó a barajar la posibilidad de ser una reacción autoinmune. Uno de los factores más importantes es el estrés, alteraciones hormonales, anticonceptivos, o tratamientos por infertilidad, medicaciones específicas, y determinados alimentos con abusos de conservantes, químicos y grasa”.
– ¿Qué hábitos cotidianos favorecen su aparición?
– Furlan: La celulitis no siempre entiende de “delgados o gordos”, puesto que alguien puede estar en su peso ideal y tenerla. No obstante, se sabe que la vida sedentaria, las dietas ricas en grasas y carbohidratos, el estrés, el abuso del tabaco y el alcohol y algunos medicamentos como antihistamínicos, tratamientos antitiroideos o beta-bloqueantes la agravan.
– Rey: El sedentarismo, fumar o beber alcohol en exceso o bien llevar una dieta desequilibrada son hábitos que favorecen a su aparición.
Las personas con antecedentes genéticos y trastornos hormonales suelen tener más predisposición, sumado a una alimentación inadecuada, el estrés, determinadas enfermedades y tratamientos farmacológicos.
– Bobillo: Una dieta rica en ultraprocesados, azúcares e hidratos de carbono agrava el cuadro con mayor cantidad de edema (hinchazón). Lo mismo que tener poca o nula actividad física, lo que favorece la disminución de la masa muscular y aumento de la masa grasa, además de mayor cantidad de flacidez y menor bombeo del retorno venoso.
También debemos evitar estar mucho de pie, no descansar lo suficiente. O usar ropa muy ajustada. Otro mal hábito es fumar: el tabaco es el precursor de la mala circulación, favorece la aparición de celulitis al igual que el consumo de alcohol, que no aporta ningún beneficio al organismo, pero sí gran cantidad de calorías y retención hídrica con aumento del proceso inflamatorio.
– Sciales: El estrés es inevitable, pero conviene saber que las situaciones que generan tensión aumentan el cortisol, una hormona que colabora en la acumulación de la grasa y que se hace más evidente en las piernas, porque como ahora es bien sabido, las emociones se reflejan en varias partes del cuerpo.
“Aunque debemos aceptar nuestro cuerpo, dado que la celulitis es algo muy común y no compromete nuestra salud, lo cierto es que es una cuestión estética que aún sigue atormentando a mujeres de todo el globo -analizó Furlan-. Sin volvernos locas y a sabiendas de que no es una cuestión de vida o muerte, es importante sostener una serie de hábitos que ayudarán a mejorar el aspecto de la piel”.
En este punto, Sciales aportó que “no está demás hacer un pequeño repaso de los cuidados que sí o sí deben implementarse para el cuidado general del cuerpo y de la piel en particular”.
Y enumeró:
– Tomar mucha agua, entre ocho y diez vasos al día, lo que equivale a dos litros -y un poco más también-. El agua ayuda a desintoxicar nuestro organismo.
– Es difícil, pero es bueno que se procure reducir el consumo de café a una taza al día. Las bebidas negras –incluyendo té – son las enemigas principales para lucir una piel sana.
– No fumar. El tabaco tiene efectos negativos en los capilares y la circulación de la sangre, por lo que se pueden presentar inflamaciones en las piernas y aparición temprana de estrías y celulitis.
Es muy importante la ingesta diaria de frutas y verduras, que, además, ¡también aportarán agua!
– En línea con lo anterior, hacer actividades que ayuden a despejar la mente y generar energía positiva, como hacer ejercicio, bailar, caminar, yoga, etc.
– Usar ropa cómoda. Las prendas muy apretadas afectan la circulación y pueden favorecer la celulitis.
– La práctica de ejercicios de bajo impacto con una rutina que sea al menos de una hora tres veces por semana es lo más aconsejado. La recomendación de actividad de bajo es impacto se debe a que los trabajos aeróbicos provocan más celulitis por eso dentro de los más recomendados están la caminata, gimnasia localizada, natación y bicicleta.
“Además de llevar una alimentación adecuada, evitar los azúcares refinados, aceites vegetales, alcohol, grasas hidrogenadas recomiendo a los pacientes sustituir el pan blanco y harinas refinadas por integrales, y limitar el consumo de sal”, sumó Rey, quien destacó que “en la actualidad hay una amplia gama de suplementos que pueden mejorar la apariencia de la celulitis”. “Desde Fine desarrollamos un colágeno bebible con fórmulas especialmente diseñadas con ingredientes que, por ejemplo, ayudan especialmente a combatir la aparición de la celulitis y a mejorar su aspecto. Contiene centella asiatica, café verde, zinc, coenzima Q10, extracto de ortiga, ginkgo e hibiscus, rosa mosqueta, vitamina C y D3, L-Cistina, L-Citrulina, vinagre de sidra de manzana. Además, aporta las vitaminas del grupo B y vitamina E”, precisó, al tiempo que destacó que “entre sus beneficios principales posee propiedades antiinflamatorias, favorece el drenaje linfático y la eliminación de contaminantes, impurezas y toxinas, colabora con la reducción de depósitos de grasa en el organismo, estimula la microcirculación, aporta hidratación a la piel y previene la pérdida de colágeno, mejorando la elasticidad y tonicidad de la piel”.
La ayuda de la medicina estética: los tratamientos en gabinete más efectivos
La combinación de tecnologías de alta complejidad con tratamientos clásicos brinda excelentes resultados en el tratamiento de la celulitis (Getty)
– Emtone. Es el primer y único dispositivo que proporciona simultáneamente energía térmica y mecánica para eliminar todas las principales causas de celulitis y piel flácida de forma eficaz y no invasiva.
La emisión sinérgica de la radiofrecuencia monopolar y la energía de presión dirigida permite el tratamiento de las causas fundamentales en lugar de suprimir los síntomas. Esto significa que no sólo se ve la diferencia, pero en realidad se puede sentir. Es ideal para cualquier persona que busque la reducción de la celulitis no invasiva y la mejora general de la apariencia de la piel y la función fisiológica.
– Presoterapia. Es un tratamiento que consiste en la aplicación de masajes que comprimen los tejidos y se basa en el drenaje del exceso del líquido que se encuentra entre capilares y células con el objetivo de favorecer la circulación en el cuerpo. Entre sus beneficios, además de reducir visiblemente el aspecto de la celulitis y tonificar la parte del cuerpo en la que se aplican los masajes, hace que el paciente sienta sus piernas mucho más ligeras, reduce los dolores provocados por problemas de circulación linfática, el edema premenstrual,
– Radiofrecuencia. Es un tratamiento corporal que sirve para conseguir una recuperación de la piel a través de una activación natural del colágeno y la elastina. Asimismo, reduce el tejido adiposo, mejora el drenaje linfático y la circulación en la piel y alivia el dolor o malestar muscular. También es una solución ante la flacidez, pues proporciona una piel más tersa y firme, reduciendo lo que se conoce como “piel de naranja”. En cualquier caso, conviene recordar que con este tratamiento no se produce pérdida de peso, por lo que será más efectivo cuando no haya exceso de grasa en la piel del paciente.
– Ondas de choque. Son ondas acústicas de pulso único que alcanzan un pico de presión muy alto en muy poco tiempo. Tienen la capacidad de propagarse por los tejidos y su efecto mecánico produce una cascada de beneficios en las estructuras tisulares: estimulan el sistema linfático ayudando a eliminar líquidos y toxinas, estimulan el metabolismo de las células grasas y la permeabilidad de la membrana celular lo que permite liberar los ácidos grasos de los adipocitos, reduciendo los abultamientos propios de la celulitis, inducen la síntesis de colágeno y elastina dando fortalecimiento al tejido conjuntivo.
– Tratamientos químicos. Los inyectables son sumamente necesarios ya que actúan como potenciadores de los tratamientos físicos. Entre ellos, la mesoterapia fue ideada para combatir la grasa presente en algunas zonas, es decir, la grasa localizada que es difícil de eliminar con la dieta o el ejercicio. Se aplica en el tejido celular subcutáneo de la zona a tratar un cóctel de sustancias reafirmantes, lipolíticas (reductoras de la grasa), diuréticas o venotónicas, que además mejoran la textura de la piel.
– Carboxiterapia. Consiste en la aplicación subcutánea de microinyecciones localizadas de CO2 o dióxido de carbono. Esto produce una distensión grande del tejido subcutáneo, liberando serotonina, histamina y catecolaminas, que estimulan los beta-receptores adrenérgicos, produciendo la descomposición de las células de grasa. Con este tratamiento se pueden obtener tejidos más firmes, reducción de la celulitis, menor cantidad de células de grasa, sanación de heridas, el rejuvenecimiento de la zona, aumento de la micro circulación, reducción de las estrías y cicatrices.
“En la actualidad, la combinación de tecnologías de alta complejidad con tratamientos clásicos como la mesoterapia o la presoterapia brindan excelentes resultados en el tratamiento de la celulitis y la adiposidad localizada. Los procedimientos no invasivos brindan soluciones efectivas y seguras y le permiten a la mujer tratar este clásico problema en forma efectiva en pocas sesiones y sin tiempo de recuperación -concluyó Demarchi-. La clave será el abordaje integral del paciente con celulitis dirigido no sólo a mejorar dicha patología sino también a intentar modificar los factores determinantes y a corregir aquellos que la agravan”.
Por Infobae