Cataluña, la piedra en el zapato en la campaña electoral española
EFE
Cataluña y la unidad de España tendrán, si no un peso fundamental, sí una gran importancia en los resultados de las elecciones parlamentarias del domingo, de las que saldrá el próximo Gobierno español tras una corta legislatura socialista de apenas diez meses.
Cataluña fue la piedra en el zapato del anterior jefe del Ejecutivo español Mariano Rajoy (Partido Popular, PP, centroderecha), y del actual, el socialista Pedro Sánchez, que recibió el apoyo del independentismo catalán en la moción de censura que le llevó al poder, para después retirárselo forzando así un adelanto electoral.
Las supuestas concesiones a los secesionistas catalanes fueron clave en el fracaso socialista en los comicios de Andalucía (sur) tras casi cuarenta años al frente del Gobierno regional, en manos ahora del centroderecha, con el apoyo de la ultraderecha.
El temor a una posible ruptura de la unidad de España fue determinante en aquellas elecciones y «sin duda estas (las del 28 de abril) se han planteado en torno a esta cuestión», señala a Efe el politólogo Lluís Orriols, profesor de Ciencia Política de la Universidad Juan Carlos I (Madrid).
Y es así, según Orriols, no sólo porque vaya a influir en a decisión de los electores a la hora de votar, sino porque el proceso independentista en Cataluña ha sido, a su juicio, el causante de la división de la derecha española.
«No es casual que el espacio de la derecha se haya roto por primera vez en décadas», dice en referencia a la pérdida del monopolio conservador que hasta ahora ha ostentado el Partido Popular.
«Lo que rompió ese dique de contención no fueron solo los escándalos de corrupción (en el seno del PP), sino que fue la crisis catalana», afirma.
Orriols fecha en 2018 el inicio de esa ruptura, tras el intento secesionista catalán de octubre de 2017 que concluyó con la declaración unilateral de independencia y la entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución española, mediante el que el Gobierno central asumió las competencias de las instituciones autonómicas.
«Ahí fue cuando comenzó a romperse el espacio de la derecha y Ciudadanos (formación liberal que inició su andadura en Cataluña) comenzó a ganar votos, y después irrumpió en el escenario político la ultraderecha de Vox», explica.
Esa «onda expansiva» se extenderá, según este politólogo, hasta las elecciones del 28 de abril a las que los electores llegarán tras una campaña que la izquierda enmarca en dos ejes fundamentales: la amenaza de la ultraderecha y las políticas sociales.
«Estos son yo creo los dos ejes de competición, unos empujando con la dicotomía de o gobernamos nosotros o gobierna la extrema derecha, y la derecha enmarañada en la disputa en torno a la identidad nacional», señala Orriols.
Según recientes encuestas publicadas, entre ellas la realizada por el organismo estatal CIS a finales de febrero, alrededor de un 80 % de los españoles consideraban que Cataluña sería uno de los temas fundamentales de la campaña.
También, el último sondeo del CIS de hace dos semanas, señalaba que la preocupación de los españoles por la independencia de esa comunidad autónoma había bajado significativamente (del puesto 7 al 11), por detrás de otros asuntos como el desempleo o la corrupción.
«Si hablamos de la preocupación por la unidad de España que había a finales de 2017, sin duda ha bajado, Pero el eje nacionalista sigue activo, no es un volcán dormido. Está y seguirá activo hasta las elecciones sin duda», apunta Orriols.
«En esta campaña electoral podemos ver como todos los partidos utilizan la bandera española, se habla mucho del concepto España, es un elemento que se mantiene», señala.
Mientras PP, Ciudadanos y Vox plantean de forma insistente la cuestión de Cataluña en sus campañas, el Partido Socialista (PSOE) ha optado por obviarla, aunque Sánchez reitera en sus intervenciones públicas que nunca aceptará su autodeterminación.
Sin embargo, es posible que siga necesitando el apoyo del independentismo catalán para formar Gobierno, a pesar de que la última macroencuesta del CIS apuntaba a que podría hacerlo con una mayoría parlamentaria sumando el resultado de la izquierda de Podemos o de Ciudadanos.
«Pero eso no está claro, y es probable que sean necesarios, particularmente los de Esquerra Republicana (ERC-independentistas republicanos de izquierda)», a quienes las encuestas dan la victoria en Cataluña.