Castillo confirma traslado de Montesinos «hasta fin de su condena
EFE
El presidente de Perú, Pedro Castillo, confirmó este miércoles que Vladimiro Montesinos, exasesor del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000), fue trasladado al Penal Ancón II, en el norte de Lima, donde permanecerá «hasta el fin de su condena».
«Hemos trasladado a Vladimiro Montesinos al Penal Ancón II hasta el fin de su condena. En el Gobierno del Bicentenario, ninguna persona privada de libertad tendrá un trato privilegiado ni se le permitirá burlar la seguridad de los penales para seguir delinquiendo», escribió Castillo en su cuenta oficial de Twitter.
El exasesor cumple una condena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad y por ser el artífice de la gran trama de corrupción que acaparó el Estado durante el mandato de Fujimori.
La decisión del Ejecutivo de retirar a Montesinos de la cárcel de máxima seguridad de la Base Naval del Callao llega luego de que presuntamente intentara sobornar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el órgano supremo electoral peruano, para favorecer a la excandidata presidencial Keiko Fujimori en sus maniobras legales para denunciar sin pruebas un supuesto «fraude» electoral.
Desde este centro de reclusión, controlado por la Armada peruana, Montesinos realizó al menos 17 llamadas telefónicas en medio de la campaña promovida por la hija y heredera política de Fujimori para intentar revertir los resultados de la votación presidencial del pasado 6 de junio, donde perdió frente al izquierdista Pedro Castillo.
Desde el día siguiente al balotaje, la lideresa del partido fujimorista Fuerza Popular denunció sin pruebas fehacientes ser víctima de «fraude», apoyada por colectivos de derecha y ultraderecha, entre ellos un grupo de militares en retiro, en su mayoría de la Armada, que exhortaron a las Fuerzas Armadas a no reconocer a Castillo como presidente, lo que en la práctica hubiese sido un golpe de Estado.
Ahora, Montesinos, de 76 años, permanecerá «hasta el fin de su condena» bajo un régimen de máxima seguridad dentro de la prisión de Ancón II, a 39 kilómetros al norte de Lima, que está a cargo del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), organismo que depende del Ministerio del Interior.
En principio, saldría en libertad en 2026, cuando acabe de cumplir una sentencia por la autoría mediata (con dominio del hecho) por la matanza de Barrios Altos (1991), perpetrada por el grupo militar encubierto Colina.
FIN DE «PRISIONES DORADAS»
Sobre el traslado de Montesinos también se pronunció el secretario general del partido oficialista Perú Libre, el médico marxista Vladimir Cerrón, quien señaló en Twitter que esta es una «notificación que las prisiones doradas se acabaron en este Gobierno».
En este sentido, Cerrón sostuvo que el siguiente paso debería evaluar el traslado del expresidente Fujimori, quien también cumple una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad.
El exmandatario, de 83 años, es el único preso en una cárcel construida expresamente para él dentro de una base policial en Lima, donde cuenta con unas condiciones privilegiadas respecto al resto de presos del país, pues su celda tiene tres ambientes donde recibe numerosas visitas semanalmente y asistencia médica permanente.
Allí todavía le quedan por purgar unos 12 años de condena, por lo que no saldría en libertad hasta 2033, cuando tuviese 95 años.
Desde que está en prisión, Fujimori es periódicamente trasladado a clínicas de Lima para tratar diferentes males crónicos propios de su avanzada edad, como hipertensión arterial, una hernia lumbar, gastritis, fibrilación auricular paroxística y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta en seis ocasiones.