Castigan a los diputados filipinos que votaron en contra de la pena de muerte
EFE
El presidente del Congreso de Representantes (cámara baja) de Filipinas, Pantaleón Álvarez, confirmó hoy que relevará de sus cargos ejecutivos en el hemiciclo a los congresistas que no apoyaron la reinstauración de la pena de muerte en el país.
Los presidentes y vicepresidentes de comités y otras autoridades que votaron «no», se abstuvieron o no se presentaron durante la sesión del 7 de marzo en la que se aprobó el restablecimiento de la pena capital serán reemplazados en mayo, declaró a medios locales Álvarez, afín al presidente del país, Rodrigo Duterte.
«Si estoy destruyendo puentes, que así sea. No podemos hacer nada al respecto», aseguró el presidente de la cámara, quien antes de la citada votación había formulado esta amenaza considerada por sus opositores una coacción directa a los congresistas para que apoyaran la pena de muerte.
Álvarez indicó que no habrá excepciones, ni siquiera en el caso de Gloria Macapagal Arroyo, la expresidenta del país y actualmente congresista bajo cuyo mandato se abolió en 2006 la pena de muerte.
Además de Macapagal Arroyo, que perderá su puesto de vicepresidenta de la Cámara de Representantes, diez líderes de diversos comités votaron «no» a restablecer la máxima pena, cinco no se presentaron y uno se abstuvo.
«Ya hemos pedido a las respectivas partes que presenten a sus nominados para los reemplazos», manifestó Álvarez, quien añadió que los miembros de los comités deben ser los encargados de elegir a sus nuevos presidentes.
La Cámara de Representantes aprobó el pasado día 7 en tercera votación por 216 votos a favor, 54 en contra y una abstención el proyecto de ley 4727, que contempla castigar con la pena de muerte varios delitos relacionados con estupefacientes en línea con la política antidroga de línea dura del presidente Duterte.
El proyecto de ley se encuentra ahora en el Senado, de 24 escaños, que celebrará tres votaciones en los próximos meses.
Filipinas fue el primer país asiático en abolir la pena capital en 1987, pero la reinstauró en 1993 para combatir la criminalidad.
En junio de 2006, se abolió bajo el mandato de Macapagal Arroyo (2001-10), que a pesar de ser aliada política de Duterte votó «no». EFE