Cashea realizó 440.000 operaciones en diciembre y alcanzó más de 2 millones de usuarios
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La aplicación Cashea creció más de 800 veces al cierre de 2003. Es un caso venezolano digno de estudio en cualquier escuela de negocios y que, según estiman fuentes empresariales, puede enfrentar competidores en un plazo relativamente breve.
La App de compras de productos y servicios por cuotas duplicó el número de usuarios hasta alcanzar una cifra de 2 millones de usuarios, al cierre de 2023.
Por otra parte, Cashea se convirtió en la App más descargada del país. Por encima de TikTok, Instagram, o WhatsApp, entre otras.
La App terminó el año pasado con una red de 1.050 comercios afiliados, lo que Pedro Vallenilla Sosa, CEO y socio fundador de Cashea, califica como un crecimiento extraordinario. En junio pasado, había 200 establecimientos vinculados a la plataforma, lo que apunta un crecimiento de 425% en un semestre.
Cashea permite al usuario, con el pago de una pequeña inicial, cancelar el valor restante del bien o servicio adquirido en tres lapsos de 14 días, sin intereses. La morosidad –de producirse- la asume la empresa.
En otro orden de ideas, hay que subrayar que, a través de la App, se procesaron, en diciembre pasado, más de 440.000 operaciones, con un crecimiento en volumen de 110% en comparación con Noviembre.
Si bien el consumo se redujo en 2023, por un comportamiento inferior al esperado de la economía venezolana, el caso de Cashea está siendo analizado en el sector financiero y centros académicos, porque demostró ser una vía para, precisamente, incrementar la demanda de bienes y de algunos servicios.
La experta en marketing Marcela Klebis, directora comercial de Ingénico, una compañía dedicada al desarrollo de soluciones de pago, señala en un artículo reciente, con su perspectiva puesta en América Latina, que en la región -donde Venezuela es una clara excepción- las tarjetas de crédito seguirán teniendo una participación importante en el mercado.
Sin embargo, «las posibilidades aumentan gracias a una oferta más amplia y al interés de los consumidores por nuevas formas de fraccionar el pago de sus compras. En este escenario, el formato BNPL (siglas en inglés de «Compre Ahora y Pague Después») tiende a crecer y la buena noticia es que ya existe tecnología para apoyar esta tendencia, lo que reduce las barreras de compra».
«Hay aspectos sutiles en la distribución, el uso y los precios del BNPL que lo diferencian de la modalidad de tarjetas de crédito. El BNPL es digital y, en la mayoría de los casos, funciona como un circuito cerrado», apunta Klebis.
Y añade: «Continúa teniendo un nicho de uso importante en el consumo online, pero con la capacidad para situarse junto al segmento de las tarjetas y crear sus propios canales de pago. Como se integra a las principales pasarelas de pago y proveedores de servicios, puede llegar a una gran cantidad de minoristas».
La perspectiva de 2024 para Cashea
“El crecimiento es de 854 veces”, ratifica Pedro Vallenilla, socio fundador de Cashea con ostensible satisfacción.
Este año, en el primer semestre, se establecerán operaciones en cinco ciudades adicionales en Venezuela, y en el segundo semestre cinco localidades en el exterior. La empresa parece avanzar sin pausa, con una perspectiva de crecimiento amplia.
En 2024, Cashea ofrecerá transacciones de mayor valor y con incrementos de cantidad de cuotas, como una innovación, indicó Vallenilla en una breve conversación con Banca y Negocios.
Asimismo, la aplicación servirá para hacer gastos en otros sectores, como salud, entretenimiento y turismo. «Estos nichos pueden representar oportunidades altamente rentables sin afectar nuetro core business«, señala el ejecutivo.
Clientes y negocios afiliados
Vallenilla atribuye el éxito a la preferencia y fidelidad de los usuarios, y a la suma de nuevos comercios afiliados. Asegura que sus usuarios están en los estratos socioeconómicos C, D, y E, pero especialmente C y D.
Entre los comercios afiliados a Cashea figuran marcas muy conocidas y reconocidas como Beco, Balú Hogar, Ben Sherman Kids, Casio, Crocs, Dockers, Golds Gym, Lee Cooper, Levis, Nike, Pintacasa, Swarovski, Timberland, y Óptica Caroní, entre muchas más.
La startup se perfila como una empresa Unicornio, capaz de valorarse en millones de dólares. Una empresa de este tipo es aquella que alcanza un valor superior a 1.000 millones de dólares en menos de 10 años.
Vallenilla señaló a Bloomberg que “viene una ronda de inversionistas internacionales muy reconocidos, porque el sector de Venture Capital está mirando a Venezuela como una gran opción (…) Balbi, de Rappi, lo comentaba en LinkedIn, Latinoamérica está mirando a Venezuela como un gran mercado para desarrollar”.
Entre las empresas Unicornio venezolanas más importantes se pueden citar: Kavak, Rappi, Quinto Andar, C6Bank, Créditas y Tiendanube.
Cashea es un verdadero fenómeno en el mercado venezolano, básicamente por el uso de una tecnología extendida y con múltiples propósitos para satisfacer una necesidad fundamental: consumir.
Pero, además, ha abierto un mercado no explorado como el de BNPL, donde puede entrar una amplia variedad de actores, como otros emprendimientos que sigan el modelo de Cashea o actores del sector financiero, como bancos, así como organizaciones del sector retail.
Sin duda, Venezuela, un país donde el crédito bancario representa apenas 1,5% del PIB y el financiamiento al consumo es prácticamente una especie extinta, este modelo parece tener amplias posibilidades.
Algunos bancos han lanzado iniciativas para potenciar sus líneas de tarjetas de crédito con mayores límites o han entrado en el financiamiento de productos específicos, como vehículos.
Posiblemente, este fenómeno Cashea ha servido para revalorar esta actividad financiera, y eso es ya una ganancia.
Con información de Banca y Negocios
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