Carlos Vecchio: La democracia debe estar por encima del petróleo
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Carlos Vecchio, se pronunció por medio de un comunicado sobre la situación actual de la política venezolana, así como la realidad actual dónde el petróleo juega un papel importe. Vecchio hace mención a las sanciones y las relaciones de la administración de Nicolás Maduro, con Rusia
Como embajador del gobierno interino del Presidente Juan Guaidó en Estados Unidos, debo rechazar categóricamente el abandono de la lucha de los venezolanos para favorecer los intereses económicos privados de las empresas estadounidenses y, en consecuencia, beneficiar al dictador Nicolás Maduro y su cleptocracia.
Hay cuatro puntos que quiero reiterar:
1. Contrario a lo que promueve la propaganda del régimen de Maduro, la debacle económica de Venezuela comenzó mucho antes de las primeras sanciones financieras internacionales emitidas en 2017 por el gobierno de Barack Obama. Las causas de la contracción del 80% de la economía venezolana son múltiples, entre ellas la actividad criminal e irresponsable de Maduro y su destrucción de la capacidad productiva de PDVSA y de la industria petrolera nacional, todo lo cual ha sumido al 94% de la población venezolana en la pobreza, a 7 millones de venezolanos en la inseguridad alimentaria y ha obligado a más de 6 millones de migrantes y refugiados a exiliarse. Puede acceder a estos indicadores en la investigación ENCOVI 2021.
2. El origen de la alianza entre los regímenes de Hugo Chávez y Maduro con Rusia no tiene nada que ver con las sanciones y medidas de presión implementadas por EE.UU. La relación se remonta a 2001 y se fortaleció en el ámbito militar armamentístico ya en 2004. Rusia ha ayudado al régimen de Maduro a ocultar los recursos provenientes de la corrupción.
3. Maduro domina y secuestra los poderes judicial, electoral y moral de Venezuela, no por «divisiones dentro de la oposición», sino por el diseño e implementación de lo que él llama un estado socialista y la aniquilación de la disidencia. Esta política ha sido denunciada por la Misión de Investigación de la ONU sobre Venezuela y forma parte de las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía de la Corte Penal Internacional.
4. La producción de crudo venezolano a corto y medio plazo no puede abastecer el mercado mundial de crudo ni aliviar el mercado estadounidense. Tampoco es cierto que el crudo venezolano pueda incidir en la reducción de los precios del petróleo. Los expertos petroleros venezolanos afirman que, a lo sumo, Venezuela podría elevar su producción a 1 millón de barriles diarios, con millonarias inversiones sostenidas.
Argumentar que «Estados Unidos debe avanzar de todos modos» porque «el compromiso con el régimen venezolano es crítico para proteger los intereses centrales de Estados Unidos y contener la influencia rusa en el hemisferio occidental» es una afrenta a todos los venezolanos que han sacrificado mucho, incluso con sus propias vidas, en la noble búsqueda de la restitución de nuestra libertad y democracia.
El presidente interino Guaidó cree firmemente que es urgente y necesaria una solución negociada a la crisis en Venezuela. Sin embargo, cualquier posibilidad de levantar las sanciones debe estar ligada a pasos concretos e irreversibles hacia la democratización de Venezuela; la realización de elecciones libres, justas y verificables; la liberación de los presos políticos; y las garantías para la restitución de los derechos humanos y la justicia para las víctimas.
Así es como Venezuela puede volver a ser un proveedor confiable de energía para Estados Unidos y el mundo, donde las empresas nacionales e internacionales puedan volver a nuestro país a producir a plena capacidad bajo un sistema robusto en el que se respete el estado de derecho, para el beneficio sostenible del pueblo venezolano. Esa es la verdadera «apuesta por Venezuela» en la que «bien vale la pena comprometerse», no un continuo saqueo de los recursos venezolanos.
Apreciamos la posición pública transmitida por los miembros de la administración Biden, así como la posición bipartidista de senadores y congresistas, de que comprar petróleo a la dictadura de Maduro no es una opción, así como la opinión compartida de que cualquier flexibilización de las sanciones debe estar vinculada a pasos concretos hacia la democratización de Venezuela.
Carlos Vecchio
Con información de Bloomberg