Cantándole gaitas despide el pueblo zuliano a la Sempiterna reina de la Gaita Gladys Vera
Redacción 800 Noticias.- “Porque estaré Contigo a cada instante porque estará feliz mi corazón porque si yo me encuentre muy distante te cantare con más que devoción” Si hoy o mañana el destino me obliga a partir quiero que sepas que a tu lado he de morir” fueron unos de los temas con que recibieron compañeros gaiteros la sempiterna Reina de la Gaita Gladys Vera, minutos después de que se desarrolló una misa de cuerpo presente en honor a Vera en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, oficiada por el presbítero Eduardo Ortigoza, ante la presencia de familiares, gremio gaitero y seguidores de la emblemática cantante zuliana.
Gladys Vera es sinónimo de zulianidad, su melodiosa voz le ha servido de talante para ser calificada como “La Sempiterna Reina de la Gaita”. Más de 50 años de carrera sintetizan su amor por este género musical. ‘Amor Marginal’, ‘Mi Orgullo’, ‘Mi Entrega’, ‘La Antorcha’, ‘Fuente Divina’ ‘Mis Gratos Recuerdos’, ‘Por eso Gaita’, “Siempre Contigo” Cuando el amor se va’, ‘Estampas’ son algunos de los éxitos que determinan su travesía por la senda de la gaita.
«Con el corazón arrugado te despedimos, tristes pero entre tus gaitas, con alegría», dijo Moraima Gutiérrez reconocida locutora y amiga de la familia Vera, quien además pidió «una lluvia de aplausos» para Gladys.
“Siempre te llevaré en mi corazón y soy todo lo que tú me enseñaste fuiste mi ejemplo y mi guía dentro del mundo de la gaita”, con lágrimas en ojos y con su voz quebrada se despidió Deyanira Emmanuel una de las voces más admiradas dentro de la gaita zuliana.
El Maestro Don Víctor Hugo Márquez, quien es el compositor de “Amor Marginal”, estuvo en tarima de los gaiteros y recitó una poesía a Gladys Vera, donde recibió aplausos de los presentes.
Finalmente el ensamble gaitero dirigido por Zamira Carrillo, despidió junto con el pueblo zuliano a la reconocida “Eterna Reina de la Gaita” “Mira como altiva se levanta al cielo hiriendo tus noches resplandecer, antorcha que humilla que es escarnio felonía permanente luz incandescente que engaña a la gente con brillo oropel”, fue el verso gaitero con que partió a su última morada.