Candidato de izquierda argentino dice que en Venezuela hay «un sesgo autoritario»
EFE
El precandidato a la Presidencia argentina Alberto Fernández, compañero electoral de la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), se mostró «muy preocupado» por el «sesgo autoritario» que cree se está produciendo en Venezuela y avaló la «solución» propuesta «dignamente» por Uruguay y México.
«Estoy muy preocupado. Hace mucho tiempo que el Gobierno de Venezuela tiene un sesgo autoritario y ese sesgo ha generado un enorme problema institucional y humanitario», expresó el postulante peronista para las elecciones generales del próximo 27 de octubre en una entrevista con el canal TN.
El ex jefe del Gabinete de Ministros del Ejecutivo de Néstor Kirchner (2003-2007) y de los primeros meses de la propia Fernández, quien le acompaña ahora como precandidata a la Vicepresidencia, añadió que su «preocupación» creció cuando vio el informe elaborado por la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
«Porque yo la conozco. Reveló una serie de datos que no conocía y definitivamente me preocuparon mucho», agregó.
El pasado 5 de julio se conoció el resultado del estudio encabezado por la expresidenta chilena, en el que se instó a Nicolás Maduro a acabar con «las graves vulneraciones de derechos» en el país.
Denunciaba, además que, especialmente desde 2016, el Ejecutivo y sus instituciones han puesto en marcha una estrategia «orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno» con detenciones arbitrarias, malos tratos y torturas a críticos.
Para Fernández, la salida de la crisis en el país caribeño «no es correr detrás de (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump», porque «eso es promover una guerra civil en Venezuela».
«La solución es lo que propuso dignamente Uruguay y México. Generar un canal de diálogo que se abra y que ponga institucionalidad y recupere la convivencia democrática y saque Venezuela de la crisis humanitaria en la que está hoy», enfatizó el aliado de Cristina Fernández, quien durante sus mandatos mantuvo una estrecha relación con el fallecido presidente venezolano Hugo Chavez y el propio Maduro.
Uruguay conforma, junto a México, Bolivia y la Comunidad del Caribe el Mecanismo de Montevideo, una iniciativa para impulsar el diálogo político en Venezuela que no reconoce al titular de la Asamblea Nacional (Parlamento venezolano), Juan Guaidó, como presidente encargado del país.
En la entrevista televisiva, Fernández, que aventaja en las encuestas de intención de voto a su mayor adversario, el actual presidente, Mauricio Macri, fue consultado por otros asuntos de índole internacional como el acuerdo comercial sellado entre el Mercosur -que integra Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay- y la Unión Europea.
«¿Quién puede estar en contra de eso? Estoy en contra de lo que están proponiendo, que es otra cosa. La globalización es un hecho irreversible, no tiene mucho sentido discutirla. (Pero) sí podemos discutir cómo hacerla. Podemos hacerlo con inteligencia para favorecer a los nuestros o podemos hacerlo alocadamente», aseveró.
En su opinión, el acuerdo es «algo que no existe», porque «lo único que se aprobó es la apertura de dos años de negociación por delante».
«Si me toca ser presidente, cuidaré que los acuerdos sean en favor de la Argentina. Lo que inicialmente se supo no parece ser eso, porque me parece que no se han tenido en cuenta un montón de zonas sensibles de la economía argentina», reivindicó, convencido de que lo que se firmó fue «otra mentira de Macri».
«No fue un acuerdo con la Unión Europea. Fue el comienzo de una negociación. El comienzo de las negociaciones de dos años. Dos años donde tenemos qué negociar qué va a quedar del acuerdo. Si le sirve a la argentina bienvenido sea», remarcó.
Respecto a la relación bilateral con Estados Unidos si gana la Presidencia, Fernández adelantó que será «la que tiene un país maduro con otro país que es, nada más y nada menos que la primera potencia del mundo».
«Si nosotros vivimos con (George) Bush (en referencia a su época como jefe de Gabinete), ¿cómo no vamos a poder convivir con Trump también?», concluyó.