Canciller español señala que existen «serias dudas» sobre estado de derecho en Venezuela
Efe
El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo hoy que la ratificación de la pena al opositor Leopoldo López «arroja serias dudas sobre el funcionamiento del Estado de derecho en Venezuela» y agregó que Nicolas Maduro parece querer «dinamitar» el entendimiento con la oposición.
García-Margallo hizo estas declaraciones a Efe después de que la Corte de Apelaciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano ratificara el viernes pasado la sentencia contra Leopoldo López, condenado a trece años, nueve meses y siete días de prisión por la violencia desatada en una protesta antigubernamental en febrero de 2014.
«El fallo, confirmando la situación de prisión militar de López por unas declaraciones que forman parte del normal uso democrático, arroja serias dudas sobre el funcionamiento del Estado de derecho en Venezuela», subrayó hoy el jefe de la diplomacia española.
A su juicio, el Gobierno del presidente Maduro «parece empeñado en dinamitar todos los puentes de entendimiento con la oposición democrática y en cegar cualquier posibilidad de solucionar pacíficamente un conflicto que está asolando el país y causando enormes sufrimientos a los ciudadanos venezolanos».
García-Margallo afirmó que en las próximas horas se pondrá en contacto con Lilian Tintori, esposa de López, con el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero -que estará en la región en los próximos días- y con la alta representante de la UE, la italiana Federica Mogherini.
A ésta le pedirá que en la próxima reunión del Consejo de Asuntos Exteriores europeo se vuelva a analizar la situación en Venezuela, un país con el que, recalcó el ministro, España «tiene vínculos fraternales».
La condena a López, que fue dictada por un tribunal en septiembre de 2015, fue recurrida por la defensa del fundador del partido Voluntad Popular (VP) hace tres semanas en una audiencia que se extendió cerca de 15 horas.
La defensa llevaba casi una semana esperando la repuesta del tribunal que debía darse dentro de los díez días hábiles siguientes a la audiencia de apelación, pero que se retrasó porque la corte que lleva el caso no celebró sesión durante varios días ocasionando que el plazo se extendiera.