Cáncer de pulmón: una carrera humanitaria contra la muerte
EFE
Todos y todas partimos desde la misma casilla de salida, incluido el cáncer de pulmón; neoplasia maligna que es un rival tapado y lleva el mismo dorsal que cuelga de nuestra piel multicolor. Después de un tiempo recorriendo las calles, salvando múltiples y variopintos obstáculos, con la camiseta ciertamente descolorida, incluso raída, estos tumores pueden dar la cara antes de la recta final y esprintar para derrotarnos en la línea de meta, aunque solo sea por una milésima de segundo confirmada con photo finish.
Un 75%-85% de los pacientes con cáncer de pulmón se diagnostican en estadios III y IV, metastásicos, lo que deja tasas de supervivencia entre el 17% y el 20% a cinco años (esperanza de vida del paciente), a diferencia de otras patologías cancerígenas: 99% en cáncer de próstata, 89% en cáncer de mama o 65% en cáncer colorrectal.
“Aún así, cabe recordar que hasta el año 2012 las tasas de supervivencia en cáncer de pulmón se situaban en un paupérrimo 5%, lo que demuestra un gran avance en el desarrollo de nuevos fármacos y cómo combinarlos (en ensayo clínico o implementados), de los biomarcadores, de las terapias personalizadas, de las biopsias líquidas, de la secuenciación del ADN, de la disponibilidad de macrodatos (big data) o de la complicidad curativa de los equipos interdisciplinares”, dice el doctor Jesús Corral.
El portal de transparencia del cáncer de pulmón
El 13% de todos los diagnósticos por cualquier tipo de tumor se firma con un cáncer de pulmón. Es el responsable del fallecimiento de 1,4 millones de personas en todo el mundo: por ejemplo, 158.000 estadounidenses o 20.000 de ellas en España (18.000 hombres y 2.000 mujeres), un país donde 27.000 nuevos pacientes acuden a consulta especializada cada año por esta patología neoplásica.
La prevalencia en las mujeres, alrededor del 12% de los casos, se está incrementando de forma progresiva desde que el género femenino se incorporara al hábito diario del cigarrillo en las felices décadas de los ochenta y noventa.
Los cánceres de pulmón son de tipo no microcítico (CPNM) en un 85% de los casos, de los cuales cerca del 40% son adenocarcinomas; otro 25%-30% carcinomas de células escamosas; y más o menos un 10%-15%carcinomas de células grandes.
Y en la gran mayoría de los dictámenes se halla “culpable” al tabaquismo, principal factor de riesgo en varios tipos de cáncer y hasta en otras 200 enfermedades. Pero hay otras fuentes, todas ellas menores si las comparamos con el efecto dañino del tabaco fumado:
“La exposición al gas radón, ser fumador pasivo, contaminación atmosférica, radiación, materiales de la construcción, como el amianto, y alteraciones genéticas, la mitad de estos casos. Somos capaces de identificar el 60% de las mutaciones cromosómicas que originan cánceres inesperados, lo que implica un tratamiento dirigido y personalizado“, señala el doctor Corral.
El caso de la ingeniera con mutación ALK
Todo empezó en mayo de 2010 con una tos persistente, de un mes más o menos. Es ingeniera de telecomunicaciones. Viajaba mucho y se encontraba en Pamplona (España). Decidió ir a la Clínica Universidad de Navarra a realizarse un chequeo. No padecía alergias, ni hipertensión, ni diabetes, ni altos niveles de lípidos en sangre (dislipemia).
Su madre, fumadora, había fallecido a los 69 años por un cáncer de pulmón. Ella, exfumadora social (5 paquetes año) hacía tiempo que lo había dejado. Además, su abuela falleció por un cáncer ginecológico y tres de sus tíos paternos fueron tratados de cáncer colorrectal, al igual que uno materno que murió por esa misma causa. Otro familiar había muerto por un carcinoma gástrico.
A esta mujer le detectaron un cáncer de pulmón avanzado en estadio IIIB localizado en el tórax, una masa suprahiliar derecha de 5X4 centímetros y adenopatía paratraqueal inferior derecha de 1,3 cm. Un PET-TAC posterior confirmó los hallazgos de la RX y el TAC.
Mediante broncoscopia (entrando por la tráquea con el instrumental médico y la minicámara de tv) se le practicó una biopsia de tejido. En anatomopatología se determinó que padecía CPNM por mutación EGFR, el adenocarcinoma más frecuente en mujeres y de mejor pronóstico, aunque tenga gran capacidad de hacer metástasis en el cerebro.
Comenzó un tratamiento con quimioterapia estándar y radioterapia con el objetivo de emplear la cirugía a continuación. Antes de la intervención quirúrgica se llevó a cabo la pertinente resonancia magnética de cráneo en pacientes jóvenes, sin comorbilidades y con un historial clínico sin datos relevantes… “tenía tumor cerebral”.
En diciembre de 2010 recibió radiocirugía con Cyberknife -estereotáxica- en la Clínica Ruber de Madrid y siguió con la “quimio de primera línea metastásica hasta septiembre de 2011 en mi consulta del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, donde yo trabajaba anteriormente. Entonces solo sabíamos que padecía un adenocarcinoma de pulmón”, subraya.
Le practicamos una mediastinoscopia para recoger otra muestra de tejido del ganglio afectado en el mediastino (espacio entre los pulmones) y tras el análisis observamos que tenía mutación del gen EGFR con traslocación ALK positiva (un 3% de los casos de los adenocarcinomas de pulmón).
“No hay evidencia científica de que esta mutación sea hereditaria, pero sí sabemos que es una alteración celular esporádica. La mejor recomendación, tanto para sus hijos como para tod@s nosotr@s, es no fumar, ya que el humo del tabaco conlleva un elevadísimo riesgo de cáncer de pulmón.
Desde entonces, y hasta hoy en día, ha recibido diversos fármacos, siempre en ensayo clínico, sin costes económicos, que han convertido su cáncer en una patología crónica. “Es una mujer que se ha adelantado al futuro y tiene, por tanto, una gran calidad de vida”, opina el médico oncólogo:
- Crizotinib desde febrero de 2012 hasta marzo de 2013 (ILP -Intervalo Libre de Progresión- de 13 meses). A día de hoy es un tratamiento estándar que tiene un coste aproximado de 5.000 euros/mes.
En marzo de 2013, esta mujer acudió a consulta con un cuadro brusco de pérdida de firmeza en los miembros inferiores y anomalía en sus esfínteres más íntimos. Tenía metástasis intramedular D9, lo que conlleva paraplejia. Crizotinib había agotado sus posibilidades en esta paciente y se cambió de estrategia.
- Ceritinib desde abril de 2013 hasta septiembre de 2014 (ILP de 17 meses)… “Y eso que el medicamento tenía entonces un 56% de respuesta y siete meses de supervivencia”, menciona. A día de hoy es un tratamiento estándar que tiene un coste aproximado de 5.000 euros/mes. Las células tumorales encontraron la manera de bloquear su acción y dejó de funcionar en la paciente.
- Alectinib desde octubre de 2014 hasta abril de 2017 (ILP de 30 meses). Otro inhibidor de ALK como los anteriores que sucumbió finalmente ante la presión tumoral. A día de hoy es un tratamiento estándar que tiene un coste aproximado de 5.000 euros/mes.
En abril de 2017 la enfermedad vuelve a las andadas con metástasis en el ovario. Se extirpa y se confirma que las células tumorales proceden del pulmón.
- Lorlatinib desde mayo de 2017 y hasta la fecha. Medicamento en ensayo clínico que tiene a la paciente en respuesta completa, con la enfermedad controlada a nivel pulmonar y cerebral, sin generar síntomas de ningún tipo.
Su paciente pasó por la consulta de la Clínica Universidad de Navarra, donde el doctor Corral trabaja en la actualidad, antes de la Feria de Abril de Sevilla, “para que disfrutara a tope de las castañuelas con su marido y sus cinco hijos, dos de los cuales estudian Medicina, una con su mente puesta en oncología”, comenta.
“Pilar está fenomenal, pero si hubiéramos sabido desde el principio que tenía una traslocación ALK le habríamos ahorrado la quimioterapia y gran parte de la radioterapia, aunque no hubiéramos podido evitar la lesión medular causada por la metástasis”, expresa con cierta rabia contenida el oncólogo médico.
Esta mujer andaluza acude a revisión una vez al mes para comprobar que no hay secuelas incontroladas. Cada tres meses repite TAC completo de tórax y abdomen, así como una resonancia de cráneo y columna vertebral. Si las células tumorales dejaran sin efecto a Lorlatinib el doctor Jesús Corral ya tiene preparados dos ensayos clínicos que inhiben a la mutación ALK: Brigatinib y Entrectinib.
La estrategia en la carrera contra el cáncer de pulmón
El doctor Jesús Corral se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Sevilla y allí hizo el MIR en oncología. Se doctoró en Investigación Biomédica y Ensayos Clínicos. Ganó por su expediente académico una beca en la Unidad de Desarrollo de Nuevos Fármacos en el Hospital Royal Marsden de Londres.
Tiene numerosas publicaciones en revista de alto impacto internacional y es un especialista en desarrollo de nuevos fármacos en Fase I de pruebas en seres humanos. Además, es miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). El doctor Corral solo necesita una consulta minimalista para dar las máximas esperanzas de triunfo a sus pacientes.
“La oncología médica en España es de muy alto nivel, excelente, pero poco especializada. Es frecuente que un mismo oncólogo vea todo tipo de tumores, más aún cuando hablamos de grandes hospitales. Los pacientes vienen a buscar un tratamiento personalizado y debemos ser expertos en uno o dos cánceres como mucho. Los avances son tan trepidantes que no podemos abarcar todos los cambios y conocimientos”, reflexiona.
“Necesitamos estudiar constantemente, como cuando hacíamos la carrera de Medicina -continúa-. Tenemos que revisar semanalmente las publicaciones científico-técnicas, especialmente las relacionadas con nuestro campo, y no podemos faltar a congresos internacionales de oncología como ESMO y ASCO… hay que salir, salir y salir a mejorar tus capacidades e implementarlas lo antes posible en la consulta con los pacientes, sobre todo los ensayos clínicos”.
El doctor Corral es un firme defensor del cribado sistemático en cáncer de pulmón, prueba de diagnóstico precoz que solo es una práctica clínica en Estados Unidos.
“Las campañas antitabaco y los programas de deshabituación tabáquica son imprescindibles, pero hay que hacer un TAC de baja radiación a los fumadores activos mayores de 55 años que tengan un índice de 30 paquetes/año (número de paquetes de cigarrillos que se fuman al día multiplicado por el número de años que llevan fumando)… conseguiríamos reducir aproximadamente un 20% la mortalidad por cáncer de pulmón“, afirma.
“El screening ha quedado en manos de la Sanidad privada y así no se puede rebajar la cifra del 85% de diagnósticos en estadios avanzados. Hay que apostar por el diagnóstico precoz, donde nos encontramos tumores en estadios I y II localizados, máxime si el paciente ha dejado de fumar”, añade.
Para este médico oncólogo de prestigio, todos los ensayos clínicos, la formación de equipos multidisciplinares y cualquier herramienta tecnológica de vanguardia, como la secuenciación genética, ya sea a través de biopsia física o biopsia líquida, forman parte del arsenal terapéutico de la lucha contra el cáncer y hay que ponerlo a trabajar cuanto antes en los diferentes Sistemas Nacionales de Salud.
“El problema es la accesibilidad a los test genéticos. Sus resultados nos ayudan a mejorar los tratamientos y la esperanza de vida de los pacientes. El coste-efectividad es un obstáculo para la Sanidad Pública, pero hoy en día existen empresas que ofrecen sus test genéticos a precios muy razonables”, afirma.
En Clínica Universidad Navarra han puesto en marcha un estudio clínico para pacientes con alteraciones moleculares ALK positivo y ROS1 positivo.
“Es un buen ejemplo para comprobar con biopsia líquida y secuenciación genética cómo evolucionan los tumores en función de la acción de sus fármacos inhibidores. Sabemos que siempre encontramos mutaciones de ALK y ROS, pero tenemos que averiguar qué fármacos actúan mejor en cada caso y por qué. Hay que dirigir la estrategia molecular para obtener el máximo beneficio en el paciente”, sostiene.