Camioneros ceden ante Bolsonaro y liberan carreteras - 800Noticias
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EFE

Los camioneros que bloqueaban carreteras en Brasil exigiendo la destitución de los jueces de la Corte Suprema comenzaron a levantar su protesta tras un pedido del presidente Jair Bolsonaro, a quien obedecieron este jueves, aunque a regañadientes.

Tras unas 24 horas de bloqueos en carreteras en la mitad de los 27 estados del país, los camioneros bolsonaristas volvieron poco a poco a circular y liberaron el tránsito, pero en las redes sociales muchos mostraron su desconcierto frente a un pedido del mandatario para que pusieran fin a la protesta.

La desmovilización se aceleró después de que Bolsonaro recibió en la sede del Gobierno a algunos líderes del movimiento, que dijeron a periodistas que, aún así, pretendían pedir al Senado que inicie un proceso para la destitución de los jueces del Supremo.

En los pocos focos de bloqueos que restaban, uno de ellos en pleno centro de Brasilia, y que según el Gobierno cesarán «en los próximos días», hubo camioneros que se mostraron decepcionados con la decisión del presidente de levantar unas protestas que, según ellos, él mismo había alentado.

De hecho, en unas masivas manifestaciones del pasado martes, el gobernante instó a desobedecer las sentencias del Supremo, exigió la destitución de algunos de sus jueces y pidió la ayuda del «pueblo» frente a las «interferencias» de la Justicia y el Parlamento.

Según Bolsonaro, esos actos, en los que la multitud exigió una «intervención militar» y la «disolución» del Supremo y el Congreso, debían representar un «ultimátum» y obligar a esos dos poderes a «curvarse» frente a los «deseos del pueblo».

Sin embargo, ese discurso sólo le valió una ola de críticas durísimas de todos los sectores políticos e institucionales.

UN AGITADOR EN MÉXICO Y DUDAS CON LA VOZ DE BOLSONARO

Si una huelga camionera por la destitución del Supremo era ya inaudita, igual lo fue la desconfianza con que muchos manifestantes recibieron un audio enviado por Bolsonaro a través de servicios de mensajería en el que pedía suspender la paralización.

Muchos camioneros creyeron que no era el mandatario y el ministro de Infraestructura, Tarcisio Freitas, debió grabar un vídeo para garantizar que el audio era verdadero. «Es real, es de hoy, y muestra la preocupación del presidente» con el impacto de la huelga sobre la economía, dijo Freitas.

También se confirmó que uno de los promotores de las protestas, el activista ultra Marcos Antonio Pereira, conocido como «Ze Trovao», en realidad había estado agitando el ambiente en los últimos días desde México, adonde huyó la semana pasada, después de que la Justicia ordenó su captura por organizar actos antidemocráticos.

Trovao lo confirmó en un vídeo que difundió en redes sociales, en el que dijo que sería detenido «en cualquier momento» y afirmó que los camioneros no habían hecho más que lo pedido por Bolsonaro.

«Siempre lo apoyamos y estamos luchando con el pueblo por su Gobierno. Entonces vea bien lo que está pasando con tantos» que lo apoyan, afirmó el activista con una sombra de decepción y en alusión a varios bolsonaristas detenidos por conspirar contra la democracia y que hoy se dicen «abandonados» por Bolsonaro.

LA JUSTICIA ELECTORAL REFUERZA LA DURA RESPUESTA INSTITUCIONAL

Las críticas de Bolsonaro a las instituciones ya habían sido censuradas con rigor por el Parlamento, el Supremo y el grueso de los partidos políticos y organizaciones empresariales.

Este jueves se sumó el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Luis Barroso, quien afirmó que la conducta del jefe de Estado «avergüenza a Brasil frente al mundo».

Según Barroso, a quien Bolsonaro acusa de preparar un «fraude» para las elecciones de 2022, «la democracia tiene lugar para conservadores, liberales y progresistas», siempre «unidos en el respeto a la Constitución».

Agregó, no obstante, en alusión al radicalismo de la extrema derecha, que la democracia «no tiene lugar para quienes pretenden destruirla».

Tras esa declaración de Barroso, el gobernante emitió una nota oficial en la cual garantizó que «nunca» fue su intención «agredir» a las instituciones, pidió «armonía» y, casi a modo de disculpas, aseguró que sus palabras, «a veces contundentes, surgieron al calor del momento y de embates que siempre procuran el bien común».

Aún así, frente a las presiones bolsonaristas, la oposición también prepara sus propias movilizaciones y ha convocado protestas en todo el país para el próximo domingo, para exigirle al Congreso la apertura de un juicio con miras a la destitución del mandatario.

Con información de EFE.

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