Camino al revocatorio pone en prueba la unidad de la oposición venezolana
EFE
El camino para activar un referendo revocatorio del Gobierno de Nicolás Maduro empezó a provocar fisuras en la cohesión de la oposición venezolana que actúa en medio de una de las peores crisis que ha enfrentado la hegemonía chavista en los últimos 17 años.
El líder opositor Henrique Capriles, que tras dos derrotas presidenciales ha visto su resurgimiento político en el impulso del revocatorio de Maduro -su último contendiente-, se reveló frente a su propia alianza para presionar a los liderazgos a ponerse «a la altura de la situación que vive el país».
El detonante del opositor fue una convocatoria hecha ayer por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a una actividad para que las personas que firmaron hace más de un mes para iniciar el proceso del revocatorio volvieran el lunes a hacerlo en un gesto simbólico de reafirmación de esas rúbricas que están en manos del poder electoral, y por la que los opositores esperan respuesta.
«La gente nos exige más y tenemos que dar más, soy militante de la Unidad, pero no puedo quedarme callado cuando no estamos leyendo, interpretando, lo que la gente clama en las calles», dijo en rueda de prensa Capriles.
Para el opositor, la convocatoria de la MUD es una acción tibia frente a las autoridades, y en lugar de eso llamó a su gente a marchar hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigirles que den una respuesta sobre el proceso de validación de las casi dos millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo, un proceso que debió terminar exactamente un mes después, es decir ayer.
«Hemos tomado la decisión de ir el lunes al CNE y vamos a ir todas las veces que sea necesario, nos dejen llegar o no nos dejen llegar, este es un tema de todos los días, hasta que las señoras del CNE entiendan», dijo al referirse a las rectoras del Poder Electoral a quienes acusa de ser aliadas del Gobierno de Maduro.
Según el opositor, «con el cuento de que los trapos sucios se lavan en casa (…) se nos va el tiempo y no hacemos nada, que es lo que está pasando y entonces no hay revocatorio, no hay elecciones de gobernadores, no hay ningún planteamiento nuestro al país de cómo solucionamos la crisis».
La posición del también gobernador del estado Miranda cuestiona la conexión que tiene la alianza de partidos MUD con lo que desean los venezolanos y, según la lectura de Capriles, lo que se requiere es que salgan a defender en la calles las firmas.
«Estamos en el momento de corregir», dijo el excandidato presidencial al tiempo que dejó claro que entiende que la MUD está en el derecho de «expulsarlo» por sus opiniones.
Los críticas de Capriles, uno de los principales líderes de la oposición venezolana, se extendieron hasta la iniciativa de diálogo que está promoviendo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) entre el Gobierno chavista y los opositores.
«Nosotros no podemos sentarnos allí en esa mesa con los expresidentes y mediadores (…) hasta tanto aquí en nuestro país las señoras rectoras del CNE no respeten la Constitución y le pongan fecha a la validación de las firmas» para el revocatorio, dijo Capriles.
Sostiene que la oposición no puede ir a un diálogo «simplemente para que Maduro gane tiempo, para que Maduro se lave la cara» que, señala, «es el único espíritu» que mueve a esta convocatoria promovida por el oficialismo.
La posición del opositor frente al diálogo se hace pública un día después de la llegada a Caracas el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que encabeza la delegación de Unasur para promover esas conversaciones.
Pese a la posición de Capriles, el presidente del Parlamento venezolano, el también opositor Henry Ramos Allup, ha asegurado que la oposición continuará con el diálogo «así haya gente que se ponga brava», dijo a periodistas sin referirse directamente al excandidato presidencial.
El político español llegó al país caribeño antecedido de protestas en varias ciudades de la nación, rica en petróleo pero que experimenta graves problemas por la escasez de alimentos, medicinas, y artículos de primera necesidad.