Cameron admite dificultad de acceso a mercado único sin aceptar migración UE - 800Noticias
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EFE

El primer ministro británico, David Cameron, reconoció este martes que será un «enorme desafío» acceder a los beneficios del mercado único de la UE sin aceptar también la libertad de movimiento de los trabajadores comunitarios.

«Obviamente es un desafío difícil, porque la UE ve el mercado único como un mercado único de bienes, servicios, capitales y personas, y esas cosas van juntas», señaló en una rueda de prensa tras participar en su «último» Consejo Europeo como primer ministro británico, como él mismo destacó.

Cameron indicó que, en el Reino Unido, «a veces pensamos que estas cosas son opciones separadas, pero aquí el sentido es que estas cosas van juntas y que si quieres los beneficios completos del mercado único, entonces tienes que implicarte en todas las partes».

«Va a ser un enorme desafío intentar conseguirlo en el futuro, un desafío para Europa y un desafío para el Reino Unido», advirtió.

Cameron reconoció que en su país «había gran preocupación por el movimiento de personas y la inmigración», y lo relacionó con «preocupación en términos de soberanía».

«Necesitamos pensar sobre eso, Europa tiene que pensar sobre eso, y creo que va a ser una de las mayores tareas del próximo primer ministro», indicó.

El todavía primer ministro británico indicó que la UE y su país, cuando haya abandonado el club comunitario, «deberían buscar las relaciones más próximas posibles», en especial en materia de comercio, cooperación y seguridad.

Por su parte, aseguró que el Reino Unido «no dará la espalda a la UE».

Cameron destacó el tono «de tristeza y pesar» de la reunión, que transcurrió de forma «calmada» y «positiva».

«Se nos aseguró que hasta que el Reino Unido se vaya será un miembro pleno», comentó, y añadió que «mientras buscamos la mejor asociación que podamos con la UE tras dejarla, es imposible tener todos los beneficios de la pertenencia sin algunos de los costes de la pertenencia».

Por su parte, aseguró «lamentar el resultado» pero no el hecho de «celebrar el referendo»: «Creo que hacerlo era lo apropiado», dijo.

«El pueblo ha decidido la dirección que debemos seguir y creo que debemos aceptarlo y aplicarlo», agregó.

Cameron señaló que «no estuvo en el espíritu de la reunión» el presionar al Reino Unido para que acelere la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa, que regulará su salida, y confirmó que activarlo le corresponderá a su sucesor.

«La activación del artículo 50 funcionará mejor si ambas partes saben lo que intentan lograr en la negociación que está a punto de empezar», explicó, y añadió que ha de haber un «trabajo intenso por parte del funcionariado y el nuevo primer ministro para decidir cuáles son objetivos del Reino Unido, el tipo modelo que queremos lograr, y entonces la decisión estará en manos del primer ministro».

«En términos de plazos, creo que eso tiene sentido», consideró.

Tras seis años participando en cumbres europeas, Cameron reconoció que pueden ser «largas, frustrantes y difíciles», momentos en los que entonces recordaba que los países pertenecientes a la UE «no hace muchos años estaban en conflicto», lo que encontraba «muy tranquilizador».

Cameron quiso en su último Consejo Europeo rendir «tributo a todos los presidentes y primeros ministros que hacían un éxito de estas reuniones».

«Es una noche triste para mí porque no quería estar en esta posición, quería al Reino Unido en una UE reformada», afirmó.

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