¿Cadena perpetua o pena capital? Jurado del atentado de Boston delibera
Boston, Estados Unidos | AFP | El jurado a cargo del caso de los atentados del maratón de Boston comenzó a deliberar este miércoles sobre si aplican la pena de muerte o cadena perpetua a Dzhokhar Tsarnaev, por haber cometido los ataques más mortíferos en suelo estadounidense desde el 11-S.
Los doce miembros del jurado escucharon atentos los alegatos finales tanto de la fiscalía como de la defensa.
La acusación describió a este joven de 21 años como a un «terrorista sin remordimientos que merece morir»; la defensa, en tanto, lo pintó como a un «niño perdido», manipulado por su hermano mayor radicalizado.
El juez federal George O’Toole les impartió instrucciones detalladas, antes de que se retiraran a deliberar a alrededor de las 16H00 (20H00 GMT), llevando con ellos un formulario de veredicto de 24 páginas, que necesita ser llenado y firmado por cada miembro del jurado.
Las deliberaciones fueron suspendidas una hora después y se retomarán el jueves.
Musulmán de origen checheno, Tsarnaev fue declarado culpable hace un mes de este atentado cometido el 15 de abril de 2013, cuando dos bombas caseras estallaron de forma casi simultanea cerca de la meta del concurrido maratón de Boston, con un saldo de tres muertos y 264 heridos.
También fue declarado culpable de la muerte de un policía, que perdió la vida tres días después del ataque.
Su hermano mayor Tamerlan, de 26 años, fue abatido por la policía tras el ataque, dejando solo a Dzhokhar en el banquillo de los acusados.
«La única pena que hará justicia en este caso es la pena de muerte», declaró el fiscal federal adjunto, Steve Mellin, frente al jurado. Tsarnaev, con el rostro pálido y vestido con un traje oscuro, escuchaba, impávido, con la mirada fija en la mesa que se encontraba frente a él.
Según Mellin, ambos hermanos tuvieron el mismo nivel de implicación en el atentado, y recordó el mensaje que Dzhokhar había pintado en el bote en el que fue hallado pocos días después de los atentados, explicando el ataque como una venganza por las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
«Ningún remordimiento, ninguna disculpa. Son las palabras de un terrorista convencido que hizo lo correcto. Creyó justificado matar, mutilar y herir de gravedad a inocentes, hombres, mujeres y niños», sostuvo la fiscalía.
– Morirá en la cárcel –
La fiscalía insistió en la masacre, los desgarrados testimonios de allegados y de víctimas, algunos de los cuales acudieron al tribunal caminando con prótesis tras amputaciones de miembros. Algunos, dijo, no se recuperarán jamás.
Presentando imágenes, habló de las heridas que provocó Tsarnaev a cientos de personas. Mostró fotografías de espectadores, sonrientes, antes de que estallaran las bombas.
La abogada defensora Judy Clarke, una de las mejores especialistas en la pena capital en Estados Unidos, pronunció un alegato de 90 minutos.
Al contrario, retrató a un joven impresionable, influenciado por su hermano mayor, «el verdadero autor intelectual de los ataques», una vida familiar sin raíces, un padre enfermo mental y una madre «intimidante».
«Les hemos demostrado que Jahar Tsarnaev no era lo peor de lo peor, y es para aquellos que está reservada la pena de muerte», dijo Clarke, utilizando el nombre americanizado del muchacho.
«En cualquier caso, morirá en la cárcel» dijo. «No les pido perdonarlo. Es imperdonable. Pero les pido que intenten entender», agregó.
– Factores atenuantes –
«Jahar nunca habría hecho esto sin Tamerlan. La tragedia no habría ocurrido sin Tamerlan», dijo.
La defensa presentó 21 circunstancias atenuantes, como la edad de Tsarnaev, quien tenía apenas 19 años en el momento de los ataques, la dominación de su hermano y el testimonio de una monja, quien afirma que lamenta lo que hizo.
«No tenía antecedentes penales, tenía amigos, era leal, divertido, tímido», aseguró Clarke, sobre este muchacho que llegó a Estados Unidos cuando tenía apenas 8 años y que obtuvo la nacionalidad estadounidense en 2012.
Diecisiete de los 30 cargos contra Tsarnaev con pasibles de la pena de muerte.
Los 12 miembros del jurado tienen únicamente dos opciones: cadena perpetua o pena de muerte. Se necesita un veredicto unánime para condenarlo a la pena capital.
«Ustedes deben escoger entre estas dos difíciles alternativas, sólo ustedes», dijo el juez dirigiéndose al jurado, que deberá pronunciarse sobre cada uno de los 30 cargos.
Si deciden, por unanimidad, imponer la pena de muerte por al menos uno de los 30 cargos, será condenado a muerte, incluso si optan por la cadena perpetua para los demás, explicó.
El magistrado les pidió considerar los factores agravantes presentados por la acusación para justificar la pena de muerte y las circunstancias atenuantes presentadas por la defensa, favorable a la cadena perpetua.