Buenos Aires refuerza pruebas y se prepara para endurecer la cuarentena
EFE
Buenos Aires ampliará el número de testeos y la búsqueda de «contactos estrechos» en el marco de la cuarentena para frenar la propagación del coronavirus, que desde este miércoles, y hasta el 17 de julio, pasará a una fase más restrictiva.
En una conferencia de prensa, el alcalde de la capital, Horacio Rodríguez Larreta, detalló las medidas que se pondrán en marcha para enfrentar el virus en la ciudad, principal foco de contagios en Argentina junto al populoso cinturón de localidades que la rodea, pertenecientes a la provincia de Buenos Aires.
“Sabemos que no son fáciles, son medidas que generan angustia, pero tenemos que reducir al mínimo el contacto personal”, expresó Rodríguez.
SOLO TAREAS ESENCIALES
Desde mañana, y al menos hasta el 17 de julio, el área metropolitana de Buenos Aires -donde viven más de 14 millones de personas, alrededor de un tercio de la población Argentina- entra en una fase más restrictiva de la cuarentena que rige desde el 20 de marzo pasado, y solo se podrá salir de casa para dedicarse a profesiones esenciales o para hacer compras de primera necesidad.
En esas más de dos semanas se dará marcha atrás a las salidas que se autorizaron en la última extensión del aislamiento para salir a pasear, correr o ir en bici y de nuevo solo podrán abrir los establecimientos esenciales.
«Estamos convencidos que la combinación de restringir el contacto personal con una política de detección temprana, testeo y aislamiento, en otras ciudades del mundo ha probado que eso aplana y después reduce la tasa de contagios», remarcó el jefe de Gobierno porteño.
Se mantendrán las salidas recreativas, los fines de semana, de menores con un mayor a cargo, pero se restringirá el transporte público a quienes no sean trabajadores que cumplen tareas esenciales.
«También ya reforzamos desde el día de ayer los accesos a la Ciudad y estamos trabajando para controlar la circulación dentro de la Ciudad”, señaló Rodríguez Larreta.
EVITAR EL COLAPSO
Desde que el 3 de marzo pasado se conoció el primer caso de coronavirus en el país, y según los últimos datos divulgados por el Ministerio de Salud, en Argentina se han registrado 62.268 personas contagiadas, de las que 22.028 ya se han recuperado y 1.283 han fallecido.
Por distritos, la provincia de Buenos Aires lidera la lista con 30.265 afectados -1.279 en el último día-, seguida por la capital con 26.359, 944 de los cuales fueron en las última jornada.
En tercer lugar está la provincia del Chaco, que acumula 1.961 casos y donde se mantiene el aislamiento social obligatorio, y muy por debajo el resto de regiones del país, en la mayoría de los cuales ya comenzaron, de forma desigual, fases de mayor apertura, cercanas a la nueva normalidad.
El Gobierno de Alberto Fernández insiste con la necesidad de reforzar las medidas de aislamiento en el entorno de Buenos Aires para frenar la crecida de casos y que pudiera llegar a colapsarse el sistema sanitario.
Actualmente hay 535 personas en todo el país internadas en terapia intensiva. En todo el territorio, las camas en esas modalidad están al 50,6 % de ocupación, mientras que en el área metropolitana de la ciudad ya alcanza el 55,9 %.
BUSCAR EL VIRUS «BARRIO POR BARRIO»
En la capital, Rodríguez Larreta aseguró que a la par que se mantiene el confinamiento, se va a seguir buscando el virus «barrio por barrio».
«Al día de ayer se habían realizado 81.269 testeos. Estamos en 2.500 por día, tenemos una proyección para llegar a 4.000 en la próxima semana», concretó.
Ese programa dedicado a rastrear casos de la COVID-19 comenzó a realizarse en los llamados barrios vulnerables, con grandes niveles de pobreza y situaciones de hacinamiento, y después se puso en marcha en el resto de zonas de la ciudad.
«Empezamos con un equipo de 500 personas que hacían las entrevistas, los seguimientos, y hace más de una semana que tenemos 1.000 personas, y estamos haciendo crecer ese número para llevarlo a 2.000 dentro de la próxima semana», matizó Rodríguez Larreta, que detalló que hay 3.950 personas aisladas, con síntomas leves de la COVID-19, en hoteles capitalinos.
La ciudad apunta a reducir el riesgo de contagios, de forma especial, tanto entre los trabajadores sanitarios como en los geriátricos. EFE