Brasileños van a la playa de noche para ver eclipse lunar más largo del siglo
Fuente: EFE
Los brasileños corrieron este viernes en masa a las principales playas del país al comienzo de la noche para aprovechar una posición privilegiada que les permitió observar el eclipse lunar total más largo del siglo XXI, con la luna teñida de rojo y, en el mismo plano, Marte brillando muy próximo a la Tierra.
Con la luna surgiendo este viernes en el horizonte este, sin edificaciones, montañas o luces que interfiriesen la visión, el lugar más propicio en América para ver a simple vista el eclipse que tuvo una duración de 102 minutos en su fase total fue el litoral de Sudamérica sobre el Atlántico.
En el litoral de Brasil no fue posible ver el momento en que la sombra de la tierra comenzó a cubrir su satélite, hacia las 19.30 GMT, pero sí la luna llena ya eclipsada y toda la fase en que la sombra fue desapareciendo desde abajo hacia arriba, hasta dejar el astro totalmente lleno y nuevamente brillando.
Por ese motivo el eclipse de este viernes fue mejor apreciado en el oeste de África y en el sudoeste de Europa, que tuvieron la oportunidad de testimoniar todo el fenómeno y desde donde, según los servicios meteorológicos, se lograron las mejores imágenes.
Para los estados del litoral brasileño el fenómeno comenzó hacia las 17.30 hora local (20.30 GMT), con la fase total del eclipse concluyendo hacia las 18.15 hora local (21.15 GMT) y la fase parcial totalmente finalizada a las 19.20 hora local (22.20 GMT).
El espectáculo fue inédito debido a que el alargado eclipse lunar total coincidió con un difícil alineamiento de planetas que dejó a Marte en su posición más próxima a la Tierra desde 2003, por lo que el cuarto planeta del sistema solar pudo ser visto como un punto muy brillante casi que en el mismo plano que la luna eclipsada.
Por ese mismo alineamiento, desde Brasil también fue posible observar Júpiter, Saturno y Venus sin la ayuda de telescopios, aunque tales planetas sólo los pudieron identificar los expertos en el asunto.
Algunos planetarios y observatorios brasileños, como el de Sao Paulo, aprovecharon el momento inédito para abrir sus puertas al público y mostrar con la ayuda de experto las diferentes fases de una noche impar para la observación del firmamento.
Pese a que el eclipse pude ser visto desde diferentes regiones de Brasil, quienes acudieron a las playas tuvieron la mejor visión y desde el comienzo de la noche pudieron ver la luna ya totalmente eclipsada y en un tono anaranjado cubierto por una sombra.
Las principales playas de Río de Janeiro, principalmente Copacabana, Ipanema y Botafogo, se llenaron de personas rigurosamente vestidas para el invierno austral y que, en lugar del sol, disfrutaron de la luna, y en lugar de divertirse en el mar, se limitaron a mirar al cielo.
El evento coincidió con la hora de salida de miles de cariocas de sus puestos de trabajo, muchos de los cuales fueron directo hacia los lugares más propicios para observar la luna, aunque otros lo hicieron desde sus vehículos, por lo que la tradicional hora del «rush» fue más intensa pero sin que nadie se quejara.
Un eclipse se produce cuando un planeta o una luna se interpone en el camino de la luz del Sol y, durante un eclipse lunar, la Tierra impide que la luz del astro llegue hasta el satélite, lo que provoca que por la noche la luna llena desaparezca por completo, a medida que la sombra de la Tierra la cubre, explicó la NASA en su web.
La tonalidad rojiza de la Luna, un fenómeno conocido popularmente como «luna de sangre», es consecuencia del comportamiento de la atmósfera terrestre frente a los rayos solares. Esta capa de la Tierra, que actúa como una lente, desvía todos los componentes de la luz del Sol, excepto la rojiza, que sufre «un menor desvío» y tiñe la faz de la Luna.