Brasil y Venezuela inquietan a inversores y aliados, que miran otros mercados
EFE
Las agudas crisis políticas en Brasil, que además sufre su peor recesión en décadas, y en Venezuela, que se declaró en «emergencia económica», han aumentado las dudas en los inversores y en sus aliados, como los países del Mercosur y el ALBA, que ahora apuntan a otros mercados.
El Gobierno de Dilma Rousseff en Brasil «se encuentra debilitado por el potencial juicio político a la mandataria y el escándalo de Petrobras» y la ausencia de medidas fiscales ha «erosionado aún más la credibilidad económica del país», señala el Mapa de Riesgo Político 2016 sobre mercados emergentes, divulgado por la firma AON.
Aunque es «probable que la crisis política brasileña tenga menor impacto debido al debilitamiento de lazos en la región y de bloques como Unasur», la influencia económica «es fuerte», afirmó a Efe Saúl Pineda Hoyos, director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario de Bogotá.
Esto «dará más argumentos a países de la región para avanzar en el proyecto político y económico de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) y contribuirá a darle un nuevo aire a la influencia norteamericana en la región», sostuvo.
«El mayor impacto de la fuerte caída de Brasil, que se prevé se contraerá 3,5 % este año, será en sus socios del Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela), especialmente en Argentina, por su fuerte relación», agregó al destacar que la economía brasileña representa 40 % del producto interno bruto latinoamericano.
Para AON, proveedora internacional de servicios de gestión de riesgo y seguros, Brasil encara, además, un fuerte aumento en su «déficit de cuenta corriente», lo que hace que «sea más difícil refinanciar sus deudas sin poner freno a la inversión», en un año marcado por la celebración de los Juegos Olímpicos.
«La crisis política y económica de Brasil – que se alimentan mutuamente – tendrán un impacto en su aspiración de consolidarse como la séptima economía mundial y tendrá efectos para acrecentar su incidencia en el marco del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en los países emergentes de BRICs», añadió Pineda.
La crisis «se verá también reflejada en un cambio de gobierno en el corto plazo, con la convocatoria previsible de nuevas elecciones, dado que tanto la presidenta Rousseff como el vicepresidente Michel Temer hacen parte hoy de un mismo establecimiento político implicado en corrupción», puntualizó.
Sobre Venezuela, AON ve un «evidente aislamiento» por «un régimen cambiario que ha paralizado la actividad productiva» y el impacto «de la reducción de exportaciones este año será sobre naciones como Colombia, que habían tenido a Brasil como sustituto de sus ventas».
Venezuela es,»probablemente, el Estado con la peor economía del mundo» y se prevé que se contraerá un 8 % en 2016, con una inflación de 720 %, lo que ha dado lugar a aumentos de precios y escasez de alimentos y, con ello, una escalada de protestas, indica la firma.
Para Pineda, la crisis en Venezuela «tendrá el impacto más grande en la Alianza para los Pueblos de América (ALBA), que tuvo su auge en la era de Hugo Chávez y en los subsidios que ofrecía a sus socios», pero que ya busca otros aliados.
A la situación de Brasil, donde se promueve un juicio político a la presidenta del país, y de Venezuela, donde la oposición impulsa un proceso revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, se suman la caída de los precios de las materias primas y la desaceleración de China, uno de los principales compradores en Latinoamérica.
Para Jorge Tovar, de la Universidad de Los Andes, en Bogotá, ante esto «hay la voluntad en la región de diversificar la producción hacia sectores de valor agregado y el caso más sorprendente es Venezuela, que plantea impulsar otros sectores más allá del petróleo».
Sin embargo, sostiene el director del Cepec, en Venezuela es «evidente que hay un modelo de desarrollo insostenible que ya ha erosionado los resultados iniciales de la revolución bolivariana, con un regreso a índices históricos de pobreza, que se han exacerbado con el desabastecimiento, las restricciones energéticas y el descontento general».
«En estas condiciones, el escenario de los próximos meses es el de una crisis política más profunda, que podría dar lugar a la caída del presidente Maduro», añadió el experto.
AON ve un mejor comportamiento de Ecuador, otro productor de petróleo y que posee poca deuda a corto plazo y un sistema de exportación más diversificado.
Y Argentina presenta también un alentador panorama, con un Gobierno presidido desde diciembre pasado por Mauricio Macri, que busca la normalización de las relaciones con el resto del mundo y que concretó históricos acuerdos con sus acreedores.