Brasil insistirá en que países ricos financien el combate al cambio climático
EFE
Brasil insistirá en la cumbre climática COP22 en que los países más ricos aumenten su apoyo financiero a las naciones en desarrollo a fin de ayudar al cumplimiento de sus metas ambientales, dijo hoy el ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho.
«Creo que los países más desarrollados tienen la obligación de mantener sus compromisos y ayudar financieramente a las naciones en desarrollo», pues el coste del combate al cambio climático «no debe ser asumido solo por quienes aún tienen biomas para proteger», dijo el ministro en una teleconferencia con corresponsales extranjeros.
Sarney Filho encabezará la delegación brasileña en la COP22, que se celebrará entre los próximos 7 y 18 de noviembre en la ciudad marroquí de Marrakech, y adelantó que uno de sus propósitos en esa conferencia es «discutir alternativas para la financiación» de la reducción de emisiones contaminantes en los países más pobres.
El ministro brasileño también consideró que la COP22 debe servir para «avanzar en la reglamentación del Acuerdo de París», alcanzado el año pasado y que establece nuevos compromisos para contener la emisión de gases contaminantes en el planeta.
En ese sentido, también señaló su confianza en que «las grandes economías del mundo demostrarán su compromiso con el Acuerdo y se sumarán a la coordinación necesaria para implementarlo».
En el caso de Brasil, que ya ha ratificado el Acuerdo de París, Sarney Filho aseguró que «está cumpliendo con su parte» y mantiene un programa de reducción de emisiones que pasa fundamentalmente por un mayor control de la deforestación en la región amazónica.
Admitió, sin embargo, que la crisis política que se desató en el país el año pasado, que llevó a la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff y a su sustitución por el ahora gobernante Michel Temer, tuvo un impacto negativo en esos programas.
«Este año ha habido momentos de desgobierno» en medio de «una crisis política sin precedentes» que ha tenido «consecuencias en las áreas económica y financiera», pero que ya han comenzado a ser superados tras la llegada de Temer al poder, aseguró el ministro.
Según Sarney Filho, esa crisis provocó una «cierta falta de recursos» para «darle continuidad» a esos programas, pero todo eso ha sido solucionado y hoy están «plenamente» reactivadas todas las iniciativas del país contra el cambio climático.
«Es verdad que hubo una desaceleración, pero no se pisó el freno y ahora se acelera otra vez», dijo en forma figurada.
Pese a esas dificultades «temporales», el ministro garantizó que Brasil cumplirá el compromiso asumido en la COP21, mediante el cual se propone limitar sus emisiones de gases contaminantes anuales a 1.300 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2025, lo que supondría una reducción del 36,1 % respecto de 2005.
Asimismo, el Gobierno brasileño ofreció mantener esa tendencia y reducir sus emisiones a 1.200 millones de toneladas de dióxido de carbono anuales para el año 2030. EFE