Brasil | Bolsonaro festeja primer paso de su reforma a las jubilaciones y pensiones
EFE
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, festejó este miércoles la aprobación en primera votación en el pleno de la Cámara de los Diputados de la reforma a las pensiones y jubilaciones que presentó al comienzo de su mandato y que constituye su principal iniciativa legislativa.
«Gran día», afirmó el líder ultraderechista en un mensaje en su cuenta en Twitter tras haber acompañado por televisión en su despacho la votación de la enmienda constitucional en el Congreso.
«Felicito a la Cámara de los Diputados por la aprobación, en primera vuelta, por 379 votos a favor y 131 contra, de la enmienda constitucional que instituye un nuevo sistema de jubilaciones. Brasil está más cerca de entrar en el camino del empleo y la prosperidad», agregó el jefe de Estado en la misma red social.
De acuerdo con portavoces de la Presidencia, Bolsonaro estuvo pendiente todo el día de los debates en el Congreso, intercambió constantemente mensajes por Whatsapp con los voceros del Gobierno en el Congreso y asistió a la votación por televisión.
El texto aprobado este miércoles es el marco legal de la reforma, pero el pleno de la Cámara aún tendrá que votar enmiendas y propuestas que pueden ajustar o derribar algunas de las normas votadas.
Una vez resueltos esos casos, el pleno de los Diputados someterá el proyecto retocado a una nueva votación, probablemente esta misma semana o a comienzos de la próxima, y, si lo aprueba nuevamente por un mínimo de 308 votos (tras quintas partes de sus 513 miembros), podrá remitirlo al Senado, que lo examinará durante el segundo semestre de este año.
La reforma propone endurecer el acceso a las jubilaciones con el objetivo de generar un ahorro fiscal equivalente a unos 265.000 millones de dólares en diez años.
El proyecto se propone reducir el gasto con un sistema de pensiones que el Gobierno considera «quebrado», acabar con un crónico déficit del sector público y liberar recursos para la inversión en áreas claves.
Para lograr esa meta, el proyecto plantea una edad mínima para el acceso a la jubilación, que hasta ahora no es requisito en Brasil y que sería de 62 años para las mujeres y 65 para los hombres.
La reforma, por lo mismo, es la gran apuesta del primer Gobierno de ultraderecha que tiene el país para intentar recomponer una economía que entre 2015 y 2016 perdió siete puntos porcentuales, que creció a un ritmo insuficiente del 1 % anual en 2017 y 2018 y que este año se teme que pueda volver a caer en una recesión.