Borrell prepara una reunión «urgente» para recuperar el diálogo en Kosovo
EFE
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, anunció este martes su intención de organizar una reunión urgente de alto nivel para tratar de recuperar el diálogo en Kosovo, inmerso en un brote de violencia por desacuerdos sobre los resultados de los comicios locales.
«Estoy trabajando en la organización de una reunión urgente de diálogo de alto nivel», avanzó Borrell en una declaración ante la prensa junto al nuevo presidente de Montenegro, Jakok Milatovic, quien eligió este martes Bruselas como primera visita oficial al exterior para marcar su compromiso con la Unión Europea.
«Son tiempos difíciles, señor presidente. Especialmente en los Balcanes Occidentales», dijo Borrell a Milatovic.
Borrell explicó que su secretario general adjunto de Seguridad y Defensa, Charles Fries, está en Kosovo junto a la Misión de la UE por el Estado de Derecho en Kosovo (EULEX Kosovo) para informarle «personalmente sobre la situación sobre el terreno».
Paralelamente, los Estados miembros de la UE están siendo informados de la evolución de la situación y debatiendo «las posibles medidas a tomar si las partes continúan resistiéndose a los pasos propuestos hacia una desescalada» de la violencia.
El jefe de la diplomacia europea espera que «las partes contribuyan a una cooperación regional fructífera y a la seguridad en Europa y que superen el legado del pasado».
«Ya ha habido demasiada violencia. Ahora ya tenemos demasiada violencia en Europa. No podemos permitirnos otro conflicto», subrayó Borrell, que mostró su esperanza en que su «voz sea escuchada y que la gente se comporte en consecuencia».
En este sentido, Borrell indicó que había hablado en las últimas horas con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y con el presidente de Serbia, Alexander Vučić, para pedirles «urgentemente medidas para rebajar las tensiones de forma inmediata e incondicional, y que se evite cualquier nueva acción unilateral y se restablezca la calma».
Alertó de que los actos violentos «absolutamente inaceptables» en el norte de Kosovo de los últimos días «contra los ciudadanos, los medios de comunicación, las fuerzas del orden y las tropas KFOR, llevan a «una situación muy peligrosa», que la UE condena «en los términos más enérgicos», dijo.
En este punto, Borrell subrayó el «firme» apoyo de la UE a la misión de paz de la OTAN en Kosovo, la KFOR, 25 de cuyos soldados resultaron heridos la víspera en graves disturbios en la localidad de Zvecan.
La misión de la OTAN recurrió al uso de gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para dispersar a los manifestantes, que bloqueaban el acceso al Ayuntamiento de la localidad de Zvecan, donde se registraron los choques más violentos.
Los serbios, mayoría en los municipios en los que se están registrando incidentes pero minoría en Kosovo, no reconocen la autoridad de los alcaldes, pertenecientes a la mayoría albanesa del país.
Los regidores fueron elegidos el pasado abril en una elecciones que los serbios boicotearon y en las que la participación apenas superó el 3 %.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.
Ambos países negocian la normalización de sus relaciones sobre un nuevo plan de la Unión Europea, apoyado por Estados Unidos, en un proceso interrumpido con frecuencia por el estallido de tensiones.
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