Borrell: Ofensiva a Donbás abre una «nueva fase» en la guerra - 800Noticias
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EFE

La amenaza de una gran ofensiva sobre el Donbás, la región de las autoproclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk, de la que alertó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, abre «una nueva fase» en el conflicto, «a campo abierto y con medios masivos», según advirtió el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.

Con esta ofensiva «se entra en otra nueva fase de la guerra (…) una guerra de posiciones, fuera de la ciudad, a campo abierto, con medios masivos», apuntó Borrell, en un encuentro con periodistas en Madrid, sobre un nuevo contexto que podría obligar a replantear la capacidad defensiva ucraniana.

En esta línea, la UE continúa dispuesta a seguir dando apoyo económico para financiar armas para Ucrania.

Durante su visita a Kiev, el alto representante anunció que la UE tiene previsto asignar otros 500 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz, una propuesta aún pendiente de aprobación en los parlamentos nacionales de algunos Estados miembros que elevaría a 1.500 millones una ayuda de gran valor cualitativo -la primera vez que la UE usa fondos para dar armas a un país en guerra-.

No obstante, el esfuerzo de ayuda militar para Ucrania no sólo lo está haciendo la UE, sino que gran parte viene de las aportaciones que individualmente los socios del club comunitario y, en especial, aquellos que más amenazados se sienten por Rusia, han gastado, algunos más de 300 millones de euros, y otros, un tercio de su presupuesto militar.

Borrell insistió, en cualquier caso, en que los Veintisiete no están «impulsando la guerra», ni «propiciando que se extienda», sino «intentando contenerla, tanto en su dimensión espacial», para evitar que el conflicto salpique a otros países, «como en su dimensión vertical, para que no se usen armas más mortíferas», subrayó el alto representante.

En esta línea, el político español defendió que prestar apoyo militar al país va en consonancia con el discurso de los líderes comunitarios sobre que «Ucrania defiende los valores europeos y está haciendo una guerra que nos defiende a nosotros». «Hacer otra cosa sería hipocresía», sentenció.

El jefe de la diplomacia europea puso en valor, asimismo, el «gran esfuerzo diplomático» que han hecho y continúan haciendo los Veintisiete respecto a la guerra, e incidió en que a la Unión Europea le «importa cómo acabe» el conflicto.

Muestra de esa voluntad diplomática fue la visita, este lunes, del canciller federal de Austria, Karl Nehammer, al presidente ruso, Vladímir Putin, un encuentro tras el cual el austriaco se mostró «pesimista» porque vio a Putin «inmerso en una lógica bélica», según dijo en una rueda de prensa en Moscú tras la reunión.

En cualquier caso, Borrell cree que la guerra «siempre se acabará con una negociación», pero lamentó que «de momento, Putin no quiere pararla».

CHOQUE ASIMÉTRICO

En cuanto a la cuestión de las sanciones, la reunión de los titulares de Exteriores de la UE celebrada este lunes en Luxemburgo concluyó sin un acuerdo sobre el petróleo y el gas rusos aunque, según apuntó Borrell en una rueda de prensa al término del Consejo, «nada está fuera de la mesa».

En el caso del petróleo, la factura es más abultada y es una materia prima más fácil de sustituir, por lo que previsiblemente se abogará por empezar a sancionar el crudo.

No obstante, la dependencia energética de Rusia produce un «choque asimétrico» entre los Estados miembros, apuntó Borrell este martes, por lo que apeló a la necesidad de «construir respuestas unitarias» a través de «un esfuerzo solidario» entre los Estados miembros y de «una austeridad en el consumo», algo que tiene que ir acompañado de un amortiguador social.

La cuestión de los refugiados derivada de un conflicto que ya ha obligado a más de 4,5 millones de personas (la mayoría de ellos mujeres y niños) a huir a países vecinos, también está marcada por esta asimetría.

Los países fronterizos como Hungría o Polonia son los más afectados, mientras que para otros, como España, «el choque no es tan brutal», dijo Borrell, en parte porque la población ucraniana en el país está actuando como «amortiguador» para acoger a estos refugiados.

Con información de Efe.

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